miércoles, 21 de julio de 2010

Comentario de Iñaki Gabilondo 15 de Julio 2010

La semana pasada se aprobó en EEUU la reforma del sistema financiero y pasó por las noticias como una más si mayor relevancia. El que EEUU vaya por un lado, Europa por otro bien distinto y por supuesto el resto del mundo con las potencias emergentes a la cabeza tratando de desvincularse definitivamente del destino de las potencias Occidentales tradicionales; no supone gran cosa para los grandes medios de comunicación. Las reformas aprobadas en EEUU terminarán imitándose en el resto del mundo pero nadie parece interesado en analizarlas. En un caluroso día de verano se anuncian y desaparecen de los medios sin dejar rastro. ¿Qué fue de todas las promesas de refundación del sistema capitalista que se proclamaron en los primeros meses de la crisis a finales de 2008? ¿Cumple esta reforma con aquellas promesas totalmente; en gran parte; en una parte razonable; o prácticamente en nada? Habrá que buscar la información fuera de los canales de comunicación habituales para estar preparados cuando nos presenten las reformas del sistema en Europa. 

Afortunadamente hay periodistas como Iñaki Gabilondo que si parecen estar en la onda de lo importante y de lo que tiene importancia, que NOESLOMISMO. Pero las vacaciones son traicioneras y si no es por el compañero que me lo ha enviado LOMISMO no habría leído su profunda reflexión sobre todo lo sucedido en la economía en los últimos meses. Nos han bombardeado insistentemente con todas las noticias económicas durante meses como si fueran lo único importante que sucedía. Pero con tanta noticia importante el gran público (que no se informa en los sitios como losque recomendamos en nuestro blog) no ha reparado en el verdadero significado de lo sucedido; que es en definitiva lo que tiene importancia por su transcendencia para nuestro modo de vida en las próximas décadas. Os dejo con el "tito Iñaki".

robergonpane - www.noeslomismo.org

Comentario de Iñaki Gabilondo en el último programa de Hoy en CNN+ el 15 de Julio de 2010


"El curso que concluye no nos parece que haya sido un curso como los demás. Porque lo ocurrido tras la hecatombe financiera ha sido tan aplastante que nos parece que marca un antes y un después. La naturalidad con que ha impuesto su ley en todo el mundo la doctrina que nos arrastró al abismo ha descorrido el cortinón que ocultaba una gran verdad.

Somos súbditos de los mercados. El régimen en el que vivimos es una dictadura, una dictadura muy particular, pero una dictadura; disfrazada con los ropajes de la democracia, pero una dictadura.

Nuestros orgullosos estados, nuestros representantes políticos, la mayoría de nosotros los ciudadanos fingimos no darnos cuenta y manejamos toda la gesticulación de la normalidad democrática pero ya no podemos ignorar que los caminos están marcados, que fuera de ellos no hay salvación y que nuestra libertad sólo puede ejercitarse en el pequeño margen de elasticidad (un poquito más pa'aquí, un poquito más pa'allá) que se nos autoriza.

No estamos desde luego ante ninguna situación que queramos calificar con tremendismo. No hay tremendismo en esta afirmación. En los últimos meses hemos podido comprobar que se ha decretado un modelo obligatorio de gobernación. La socialdemocracia, por ejemplo, ha quedado prohibida de facto. Se le permite gobernar, eso sí, con tal de que no sea con sus propios puntos de vista.

Así que una vez que esta evidencia, era largamente sabida, ha estallado de forma tan clamorosa, se trata de saber ahora que hacemos: si aceptamos sin reparos esta dictadura, o si lo ocurrido, lo tan evidentemente puesto de manifiesto, desencadena una revisión de fondo sobre la democracia y sobre su futuro. Que no debe ocupar solamente a la izquierda, naturalmente. Pero para la izquierda se convierte en decisivo: o descubre su sentido y su papel en esta nueva realidad o estará condenada a marchitarse y desdibujarse. Es un punto de vista, pero tengo la impresión de que por aquí van aproximadamente las cosas".