sábado, 12 de mayo de 2012

¿Se atreverán a presionar a Hollande como lo hicieron con Zapatero?

Han pasados ya dos años desde el golpe de estado Neoliberal en la Unión Europea, que provocó los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda, el cambio radical de la política económica del Gobierno de España (socialista como lo eran los de Portugal y Grecia) y ya en 2011 la caída de dos Gobiernos Democráticos, cuyos presidentes Berrusconi en Italia y Papandreu en Grecia tuvieron que ser sustituidos por tecnócratas del agrado del Poder Financiero Internacional. 

Dos años después de aquella fatídica semana en la que comprobamos con asombro el cambio radical en la política económica del gobierno Español, seguimos preguntándonos con qué le debieron amenazar a José Luís Rodríguez Zapatero para volver a España con semejante convencimiento de que tenía que hacer lo que fuera para evitar el rescate sin importarle el daño que ello pudiera traer a su imagen y a la del PSOE. Para recordarlo recomiendo escuchar el docudrama que ha emitido hoy la Cadena Ser para comprender mejor el poder que tienen los Mercados para chantajear a los gobiernos Democráticos: El día que España se asomó al abismo
Aunque han pasado solo dos años, han ocurrido tantas cosas que parecerían casi dos siglos si no fuera porque en realidad parece que hoy estamos en las mismas semanas de crisis de Mayo de 2010; nuevamente al borde de un abismo por el que empezamos a pasaear ya con cierta tranquilidad, pues a todo se acostumbra el ser humano. 

Los socialistas en España hemos pagado un alto precio político por aquel giro en la política del gobierno de Zapatero, que resultó imposible explicar ni siquiera a nuestras propias bases. Finalmente hace menos de seis meses el PP ganó las elecciones con prácticamente los mismos votos con los que las había perdido en 2008, pero con una mayoría absoluta de 188 diputados. El PSOE gobernó con 169 diputados a pesar de haber sido respaldado por más 11 millones de españoles, casi medio millón más que los que votaron al PP el 20 de Noviembre de 2011, así que tampoco debemos pensar que los españoles se volvieron locos apoyando mayoritariamente a Rajoy; le votaron los de siempre y seguro que ahora muchos ya se han arrepentido.

Pero tantos meses de crisis y la presión de las mentiras del PP y sus falsas promesas amplificadas hasta el infinito por ss poder mediático, desmovilizaron y fragmentaron el voto de izquierda. Demasiada gente se dejó llevar por el desencanto y el pesimismo y pensó que un cambio, el que fuera, podría ser la solución.

Ahora España sufre las consecuencias de tener un gobierno Neoliberal con una acumulación de poder institucional sin precedentes en la reciente historia democrática española, ya que no solo tienen mayoría absoluta el PP en el parlamento nacional, sino que además gobierna en la mayoría de las autonomías y los ayuntamientos. El PSOE que tampoco había explicado con éxito las políticas anti crisis del periodo 2008-2010 (y no tanto porque sus explicaciones sobre el PlanE y otras medidas no fueran buenas sino porque son asuntos cuya explicación es muy complicada y sin embargo se pueden criticar muy fácilmente con argumentos demagógicos y mal intencionados) no podía explicar con más éxito medidas económicas que iban en contra de sus convicciones ideológicas básicas. Teníamos un gobierno que por "responsabilidad institucional" (que yo siempre consideré chantaje de los Mercados con la población como rehén pasivo) aplicaba la austeridad con una falta de convencimiento que por mucho que nos dijeran que creían en ello nadie se lo creía.

Ahora tenemos un Gobierno que en la oposición no apoyó los recortes de Mayo de 2010 a pesar de que la Derecha europea les solicitó que votaran favorablemente. Con su abstención casi consiguieron que no se aprobaran (solo por un voto) los recortes que Zapatero anunció hoy hace justo dos años; lo que probablemente hubiera precipitado el rescate de España, o el cambio directo de Gobierno como pasó un año después en Italia y Grecia si no se convocaban inmediatamente elecciones. Ahora sin embargo vemos como el PP aprueba con firmeza y convencimiento recortes mucho peores que aquellos. 

Muchos socialistas hubieran deseado que aquella votación se hubiera perdido y que o nos hubieran rescatado o que Zapatero hubiera tenido que convocar elecciones, porque así el PSOE no hubiera quedado tan desacreditado para la supuesta mayoría progresista de España. Pero no fue así, y tuvimos que aguantar el tirón en el Gobierno durante 18 interminables meses en los que la presión de los Mercados no aflojó ni un solo día y los insultos mentirosos del PP (como luego se han demostrado en sus primeros meses de gobierno http://www.100diasdegobiernodelpp.es/) y las acusaciones desde la izquierda que se resumen en aquello del "PPSOE" para transmitir la idea de que éramos igual que el PP (supongo que ya han notado la diferencia) para arañarnos unos votos que nos están saliendo muy caros a todos los Españoles.

El Gobierno de Rajoy está aplicando una política que no tiene nada que ver con lo que prometieron (no dejéis de ver el vídeo #BasadoEnHechosReales y #mentiraMasIva (bueno y el de #asinosecrece que es breve pero muy gracioso aunque el pobre bebé da mucha penita). Pero eso sí, lo que no se puede decir es que no sea una política coherente con su ideología neoliberal dominante en el PP actual y de la que el Ministro Luís de Guindos es uno de los máximos exponentes (sin olvidar al fundador Aznar y a la soberana Aguirre, que lleva años practicando en Madrid). Además son coherentes con la defensa de la clase social a la que representan como demuestran muchas de sus medida, pero no es este el momento de hablar del PP ni mucho menos de sus líderes.

Ahora es tiempo de alegrarse por el incipiente cambio de tendencia en Europa que la victoria de Hollande en Francia puede suponer y de estar preparados para exigir a la Socialdemocracia que no acepte nunca más el chantaje de los Neoliberales Mercados Financieros Globales. El Socialismo surgió como respuesta a un Capitalismo Industrial inhumano que nos condujo al pacto entre la Socialdemocrácia y la Democracia Cristiana (la derecha razonable) que después de la Segunda Guerra Mundial permitió la creación de los Estados del Bienestar que ahora son cuestionado y acosados por un Capitalismo Financiero que nos ha metido en una Globalización económica y tecnológica cuyas reglas del juego son incompatibles con un horizonte de Juesticia Económica y Social Global. Si no cambiamos las reglas del juego, el Casino Global que nos Gobierna hará inviable cualquier política Socialdemócrata en ningún país del mundo y me temo que Francia no será una excepción pues también dependen de la calificación triple A de su deuda soberana y difícilmente van a aguantar la presión de los Mercados Especulativos. 

Coincido por tanto con Vicenç Navarro que en este interesante artículo que copio más abajo, se pregunta también si Hollande podrá poner en marcha cambios significativos en el rumbo de Europa que permitan salir de la crisis y rectificar el rumbo hacia el neoliberalismo global que solo puede llevarnos a convertir Europa en una nueva potencia emergente, pero al estilo de China, India o Brasil... si es así ¿de que han servido los últimos 200 años de lucha de los trabajadores?

La Socialdemocracia debería liderar a toda la Izquierda en una Guerra Total contra el Capitalismo Financiero que con sus desmanes puede acabar con el Capitalismo Industrial (con el que hace tiempo que convivíamos) y con ello con la Paz Social en el Mundo pues como se observa cada vez más claramente en los resultados electorales, el fantasma del Fascismo y los NeoNazis (en España en su versión Nacional-Catolica) podría volver a recorrer Europa. Qué paradoja que al final la Izquierda tenga que ayudar nuevamente al Capitalismo Industrial a deshacerse de sus hijos descarriados antes de que lo devoren. Como dijo recientemente Felipe González "hay que ayudarles aunque no quieran" porque si el Capitalismo Financiero no vuelve a cumplir su misión de financiar la economía real para salir de la crisis y sigue empeñado en gobernar el mundo con sus movimientos especulativos, no habrá más remedio que acabar con su demencia.

Saludos Socialistas, me voy a la Puerta del Sol que hace buena tarde ;-)
Rober Gonpane

Las propuestas de François Hollande son insuficientes para salir de la crisis
Artículo de Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 10 de mayo de 2012
Este artículo analiza el programa electoral del nuevo presidente de Francia, François Hollande, específicamente sus políticas económicas y fiscales, señalando que, aun conteniendo políticas muy positivas, en su totalidad, no tendrán el efecto deseado de salir de la enorme recesión que Francia y Europa están experimentando.

Retórica para la devaluación interior

Ha sido muy oportuna la entrada previa sobre el artículo de Vicenç Navarro, en un día en el que un proveedor al que había reclamado el excesivo coste horario de unos trabajos de mantenimiento, me había dicho que "dejáramos a un lado la retórica y las reclamaciones para centrarnos en el trabajo a realizar". La verdad es que llevo trabajando muchos años en compras y producción y siempre ha sido una constante el tratar de reducir costes; pero es cierto que ahora hay muchos más argumentos para ello y se utilizan a diario, aunque a la larga estemos tirando piedras contra nuestro propio tejado.

Esto es parte de lo que le contesté y que le hizo pensar a mi proveedor que me había molestado su comentario previo; en absoluto fue así y aún al contrario pues me hizo reflexionar sobre mis retóricos argumentos para conseguir bajar los precios y lo que es más importante, sobre lo que en el fondo tal acción implica.

... En cuanto a la retórica me resisto a abandonarla, especialmente en algo desagradable como las reclamaciones pues aunque puedan ser igualmente duras, son siempre más amables y generalmente más eficaces si se usa el lenguaje adecuadamente. Nada más ingrato que ponerle precio al trabajo de otra persona, pero por desgracia con cada cosa que vendemos se valora indirectamente el esfuerzo de las personas que han contribuido a fabricarlo. Francamente creo que se venden muchos bienes y servicios a unos precios que deberían estar prohibidos. Son las cualidades del supuesto libre mercado en el que trabajamos, que nunca ha sido justo ni lo será y nunca se ha autoregulado y ni jamás lo hará. No dejes de ver el siguiente vídeo para comprobar que no todo lo que compramos cuesta lo que por ello pagamos.

Saludos
Rober Gonpane

P.D. Como no podía ser de otra manera, posteriormente insistí en la reducción de precios de igual modo que nuestros clientes exigen a mis compañeros de ventas precios cada vez más bajos por nuestros productos; ¿acaso no buscamos todos generalmente los mejores precios en nuestras compras?. Y así la rueda sigue y como ratones en su jaula la hacemos girar constantemente, conscientes de que si se paramos serán los más cercanos los que caigan.

El mayor problema son los bajos salarios... Vicenç Navarro

Cualquiera que diga esto con la que está cayendo, sería inmediatamente tachado de chalado e insensato. Sin embargo la argumentación de Vicenç Navarro es tan simple y lógica que parece mentira que esta idea sea tan contraria a lo que la mayoría de la población cree, influenciada sin duda por la presión mediática que no escatima esfuerzos para convencernos de todo lo contrario. Quieren conseguir una devaluación interior del 20 ó el 30% para compensar la devaluación similar de la moneda que no podemos hacer al tener el Euro. Pero lo malo es que lo único que se pretende bajar son los salarios porque los precios, salvo el de la vivienda, no solo no bajan en igual cuantía sino que suben sin parar impulsados por la especulación internacional sobre las materias primas. La ecuación que plantea la derecha Europea es complicada y absurda, pero es la que acepta la mayoría silenciosa que no se percata del engaño o que no se atreve a decir basta a los abusos y la estupidez.

No dejéis de leer este artículo del profesor Navarro.

Saludos
Rober Gonpane

El mayor problema de la economía no es la falta de conocimiento, sino los bajos salarios

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 4 de mayo de 2012
Este artículo señala que uno de los problemas mayores de la economía estadounidense que se reproduce también en España es la extensión del sector laboral con bajos salarios que está creando un problema grave de falta de demanda, tema apenas debatido en los mayores medios de información del país.

Existe un debate en EEUU sobre las causas de las desigualdades y de la polarización social (ver mi artículo "¿A qué se debe la polarización social?". Sistema Digital. 16.03.12), que es relevante a las discusiones que han existido en España sobre la sociedad del conocimiento. En realidad, ha habido casi consenso en el establishment económico, político y mediático español, de que el futuro de España dependerá primordialmente del nivel de educación académica existente entre la población. La imagen que se ha promovido es que la sociedad del futuro requerirá elevadas cualificaciones, que se obtendrán en centros de educación superior. De ahí que la estrategia del desarrollo se haya basado en optimizar el número de estudiantes que fueran a la universidad o a un nivel de formación superior.
Creo haber sido de los pocos autores que han criticado esta concepción en España (ver mi artículo "Por qué existe un elevado desempleo: el error de la tesis de 'la sociedad del conocimiento'". Sistema Digital. 04.03.11, expuesto en mi blog www.vnavarro.org), sin que mis escritos hayan tenido ninguna resonancia o aceptación. El término de sociedad de conocimiento, como motor del desarrollo, continúa siendo parte de la sabiduría convencional. Y recientemente el Gobierno PP lo ha promovido de nuevo.
El problema con tal postulado y con tal estrategia es que la mayoría de puestos de trabajo en EEUU (y en España), hoy y en el futuro, no requieren elevadas cualificaciones. Según los datos de la Agencia de Estadísticas Laborales del Gobierno estadounidense ('U.S. Bureau of Labor Statistics' -BLS-) sólo el 20% de los puestos de trabajo existentes en EEUU requieren educación universitaria. El grupo mayor, el 43%, requiere educación secundaria, y un 26% educación primaria. El porcentaje de personas con educación universitaria, sin embargo, es un 31%, un número mayor que el número de puestos de trabajo que requieren tal cualificación. La consecuencia de ello es que se está educando a personas que estarán trabajando en puestos de trabajo que requieren menor educación, creando una gran frustración (que es lo que está pasando ahora).
Ni que decir tiene que hace falta personal especializado con formación universitaria. Según el BLS, faltan seis millones de profesionales con master o doctorado. Pero estos seis millones representan menos del 5% de toda la fuerza laboral. Las categorías laborales más extensas (más de un tercio de toda la población laboral, es decir 49 millones de personas) están constituidas por personal administrativo de nivel medio (con un salario de 30.710 dólares); personal en comercio y en ventas (con un salario de 24.370 dólares) y personal en restaurantes y lugares de ocio (18.700 dólares). El otro tercio lo constituye personal de ayuda en las escuelas de infancia (19.300 dólares), trabajadores de asistencia domiciliaria (20.250 dólares), personal de seguridad (23.920 dólares), asistentes técnicos de la docencia (20.310 dólares), y trabajadores de la construcción (29.830 dólares). Estos trabajadores continuarán siendo la mayoría de trabajadores en EEUU (y en España).
De ahí que estos puestos de trabajo requieran su propio conocimiento (distinto al universitario) y sus propias condiciones de trabajo. Un cambio fundamental es la revalorización de estos puestos de trabajo, sus condiciones laborales y su valoración. El clasismo dominante de la sociedad española explica el excesivo número de universidades, cuyo desarrollo era para garantizar a los hijos de las clases dominantes una educación universitaria que les garantizara mantenerse en lo que se define como clase alta. El descuido, cuando no discriminación, hacia los otros sectores y clases sociales, explica la escasa valoración de los puestos de trabajo que no requieren educación llamada superior. De ahí la necesidad de movilizar a los colectivos de tales sectores para conseguir mayores salarios y mejores condiciones de trabajo. Y esto no se conseguirá mediante aumento de su educación, sino con su capacidad de acción, incluyendo su sindicalización. Es fundamental para este grupo que se aumente el salario mínimo. En EEUU, tal salario es 7,25 dólares por hora, que significa al año (trabajando 44 horas semanales) unos ingresos anuales de 15.080 dólares, que es ligeramente superior al umbral de pobreza (11.000 dólares). En España la situación es incluso peor: el salario mínimo es aproximadamente 10.110 dólares al año, sólo 230 dólares más que el umbral de pobreza (9.879 dólares). Tal trabajador necesita trabajar todo el año para pagar el coste del coche más económico de la gama estadounidense (un Ford Fiesta, 13.200 dólares). En la época de Henry Ford (el fundador de la Ford que promovió salarios altos para sus empleados para que se compraran sus coches), un trabajador de la Ford tenía que trabajar (en 1914) cuatro meses para pagarse un coche. Hoy tiene que trabajar un año. Y ahí está el enorme problema de demanda que se basa en los escasos y bajos salarios de la clase trabajadora estadounidense. De ahí que comience a haber preocupación, incluso entre algunos sectores del establishment empresarial de EEUU, que algo no está funcionando bien en la economía estadounidense, y este algo recae no en la supuesta ausencia de conocimiento de la fuerza laboral, sino en su limitada capacidad adquisitiva, motor de toda la economía.
Una última observación. No existe una plena realización en España del extremismo de la derecha española. El comprensible deseo de ver a España entre los países avanzados llega a una situación que en inglés se llama "wishful thinking", que vive de la ilusión de homologar a las derechas españolas a las existentes en otros países. Y ello no es cierto. Un ejemplo. El señor. José Mª Aznar quiere identificarse con el candidato republicano a la Presidencia de EEUU, el señor. Mitt Romney. Le visitó en Boston y como era de esperar apareció la fotografía y fue promovida por el PP. Tal candidato ha ido adaptando posturas más y más derechistas durante las primarias del partido Republicano, adoptando el programa del Tea Party, que es lo más derechista que existe en aquel país. No es, pues, santo de mi devoción. Pero es justo reconocer que, consciente del problema que describo en este artículo, ha sorprendido a muchos indicando que está a favor de que aumente sustancialmente el salario mínimo y que éste se incremente anualmente para adaptarlo a la inflación, posturas que serían impensables en el señor Aznar. En realidad, éste ha repetido 'ad nauseam' que elevar el salario mínimo destruiría empleo, ignorando u ocultando que la experiencia internacional no avala tal postulado. Antes al contrario. Tal como ha indicado James Galbraith "subir el salario mínimo quiere decir que aumenta el consumo, y con ello la necesidad de tener más trabajadores para aumentar la producción de los productos consumidos". El incremento más reciente del salario mínimo fue en Australia, donde aumentó a 16 dólares por hora y, sin embargo, el desempleo continuó siendo uno de los más bajos del mundo, un 5%. En España hemos ido viendo como el descenso de la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora ha creado un enorme problema de demanda y de endeudamiento. De ahí que la solución exige un cambio de rumbo muy sustancial, con aumento de los salarios, incluyendo el salario mínimo, y con una gran creación de empleo por parte del sector público, lo opuesto a lo que está ocurriendo.