jueves, 14 de octubre de 2010

Acabemos con la crisis

Acabemos con la crisis

Parece que a los seres humanos de la rica Europa nos va el discurso individualista, antisolidario, egoista y "salvese quien pueda". Estamos aceptando fácilmente la ideología que nos están suministrando desde los poderes financiero-mediaticos y así esto de la crisis se ha convertido en una serie con un ajuste de cuentas contra nosotros mismos por capítulos. Primero fueron a por los funcionarios, que eran unos vagos y no temían al paro; luego a por los sindicatos y sus liberados, que eran más vagos todavía; después a por los asalariados con contrato fijo que se estaban durmiendo, y se hizo la reforma laboral para que saliera más barato despedirles; ahora se está yendo a por los inmigrantes, que además de indocumentados van al médico cuando se ponen enfermos y llevan a sus niños al colegio; dentro de poco irán a por todos los trabajadores, porque quieren comer la sopa boba desde los 65 años y vivir hasta los 90.

Lo de los inmigrantes es bastante indecente, pero no nos vamos a poner sentimentales con la que está cayendo. Como con las expulsiones no damos abasto y además hay que pagarles el avión, lo mejor es convencerles para que se vayan por su cuenta. Si a los inmigrantes sin papeles no les dejamos empadronarse por temor a ser extrañados, tampoco podrán acceder a la sanidad, la educación o los servicios sociales, con lo que acabarán marchándose y nos ahorraremos un dinero. Para los regularizados, solución final: eliminar las ayudas a los parados que agoten la prestación. El beneficio es doble porque se economiza un huevo y reducimos el paro.

Puestos en su sitio a estos gandules que nos han arruinado por intentar comprarse un piso, reconforta saber que las cosas tornan a donde solían y que los ejecutivos de la banca vuelven a llevárselo crudo y en carretilla. Lo certificaba un estudio de The Wall Street Journal sobre 26 entidades financieras: su beneficio neto en 2010 será de 61.300 millones de dólares despues de liquidar a sus directivos 144.000 millones en primas.

La situación mejora aunque no podemos descuidarnos. Cobremos a los abuelos por las recetas; dejemos de pagar tratamientos a tipos de 80 años que ya tienen un pie en la tumba; acabemos con las guarderías públicas para que las madres regresen a los hogares y haya trabajo para los hombres. Con estas reformas saldremos de la crisis y, ya puestos volveremos al lugar de nunca deberiamos haber salido. Hasta la victoria siempre. Agustin