Tampoco puedo evitar advertir que no se mal interpreten sus palabras respecto de los partidos políticos; como muy bien dice los partidos mayoritarios legislan presionados por los intereses del poder financiero, (en este caso de su división farmacéutico-sanitaria) pero que no os confunda esto con la ofensiva hacía la clase política a la que se pretenden atribuir todos los problemas para alejar nuestra atención de los verdaderos culpables. Cualquier partido político que gobierne (que sería obviamente mayoritario) sería igualmente sometido a presiones que le obligarían a ceder en favor del poder económico. Esta es una realidad que para poder ser combatida tiene primero que ser asumida, tanto en España como en cualquier país de nuestro entorno... sobre lo que significaría vivir en "otros entornos" habría mucho que hablar.
Sin embargo la sanidad pública me salvó la vida hace ya casi 20 años en el Gregorio Marañón de Madrid, con tal cantidad de pruebas diagnósticas, hospitalizaciones, tratamientos antibióticos, químicos y radiactivos, que si hubiera tenido que pagarlos todavía continuaría mi familia hipotecada. Pero lo principal no fue el excelente y diligente trato recibido (ni que fuera totalmente gratuito); lo fundamental es no me cabía ninguna duda de que en cada prueba, en cada diagnóstico y en cada tratamiento, lo que primaba era mi salud, no el coste que pudiera tener para el hospital.
Especialmente sangrante es el ejemplo que sobre esto último se pone esta entrevista, hablando sobre los "códigos de colores para los enfermos", en función no de su gravedad clínica sino de lo rentable que para el centro es el tratamiento de su dolencia. La verdad es que no tiene desperdicio y no quería que perderle la pista, por eso la incorporo a mi blog porque "noeslomismo" haber escuchado claramente lo que muy bien explica Ángeles Maestro, que ignorarlo o saber solo lo que se nos pueda quedar escuchando las noticias que dan los medios de comunicación de masas.
Saludos
Rober Gonpane
P.D. Añado otro excelente vídeo "Este paciente nunca sabrá..." que me ha enviado otra compañera y que lamentablemente no he visto hasta después de enviar esta última entrada.