sábado, 1 de febrero de 2014

Directiva de Eficiencia Energética y Soberanía Energética

El 23 de enero fue publicado en audiencia pública el borrador de Real Decreto que transpone parcialmente la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios 2012/27/UE.

El borrador habla de auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y auditores energéticos, promoción de la eficiencia energética en procesos de producción y uso de calor o frío, sistemas de contabilización del consumo de agua caliente sanitaria, calefacción y refrigeración, etc. Se abre un periodo de revisión hasta el 12 de Febrero de 2014 y como siempre el Gobierno se reunirá con los expertos del sector (que llevan invertido mucho tiempo y dinero en estudiar el asunto) y luego proseguirá su curso legal hasta entrar en vigor y ser de obligado cumplimiento.

Directivas y Reglamentos así se aprueban en la Unión Europa y luego nos afectan a todos los países miembros quieran o no. Junto con compromisos lejanos, como el de reducir nuestras emisiones de CO2 al nivel de 1990 para 2030, este tipo de legislación puede hacernos creer que vamos por el buen camino. Pero como viene pasando con casi todos los cambios en el sector energético e industrial, se está pensando más en el pujante mercado de derivados financieros ligados a los derechos de emisión de CO2, que en una solución real y sostenible al binomio suficiencia energética y reducción de emisiones contaminantes.

Una de las primeras reformas legales que el Partido Popular puso en marcha nada más llegar al Gobierno, apostó decididamente por revertir todo lo que se había avanzado durante los años previos en el cambio del modelo energético. Desde entonces el sector de las energías renovables (fotovoltáica y la eólica principalmente) han sobrevivido gracias a las exportaciones,   porque el mercado español  ha puesto impracticable. El giro total a favor de las energías no renovables ha sido tan brutal que hemos pasado de ser un referente internacional (Obama nos ponía como ejemplo hace solo unos años) a tener a todos los pequeños inversores que apostaron por las "granjas solares" al borde de la quiebra.


El Gobierno del PP tenía el mandato claro de invertir el proceso de cambio del "mix energético" y ¡vaya si lo han hecho! Bueno tenía muchos compromisos con los Poderes que le ayudaron a conseguir la mayoría absoluta en las elecciones del 20/11/2011 y la verdad es que los ha cumplido casi todos; claro que ninguno estaba en su programa electoral porque de lo contrario no habrían conseguido engañar al electorado.

Pero con independencia del color político del Gobierno de turno (pero sin olvidar que "noeslomismo" que estén unos que otros) hay una verdad indiscutible: importamos al menos dos tercios de toda la energía que consumimos y la pagamos principalmente en dólares. Con esta premisa creo cierto que ningún Gobierno sea del signo político que sea podrá soportar "la presión de los mercados" y menos sin contar con una Fiscalidad Justa y Suficiente, porque tenemos que acudir todos los meses a subastas de nueva deuda, para pagar los intereses y los vencimientos de la deuda anterior que como no hemos ahorrado para devolverla, tenemos que renovar indefinidamente.

La necesidad de importar energía es un importante elemento coercitivo de los Mercados, como lo es el del propio flujo de dinero hacia la economía. Esto es tan cierto como que la población no va a consistir a ningún Gobierno que les corten la luz o el gas varias horas al día. La ciudadanía a estas alturas históricas no toleraría restricciones energéticas, porque no aceptaríamos ducharnos con agua fría más de dos días seguidos. Los "imparciales medios de comunicación" responsabilizarían inmediatamente a la gestión de Gobierno de turno, dejando de lado la evidencia de fondo; el Gobierno no tiene la última palabra. 

La falta de soberanía energética es uno de los peores lastres que puede tener un país y por supuesto que no se solucionaría con soberanía monetaria, bien al contrario empeoraría notablemente pero sería muy largo tratar este asunto ahora. La cuestión es ante semejante problema deberíamos volcarnos en las energías renovables y no utilizar la excusa de la crisis para perpetuar el problema de nuestra dependencia del petróleo y el gas natural; pero se hace justo lo contrario.

Los cálculos de costes de producción energética que dan como resultado el tan llevado y traído "déficit de tarifa" son como poco discutibles y sin duda, están condicionados para que parezca indudable que las energías renovables son mucho más caras, cosa que en absoluto es cierta. Esta presión efectiva del sector energético es la clave por la cual  en España y en Europa no se avanza de forma decidida hacia la soberanía energética e incluso se exploran peligrosas alternativas energéticas nacionales con técnicas tan controvertidas como el "fracking".


Hace unos días (por ligar este asunto con temas de la actualidad que aparentemente no están relacionados) me preguntaban sobre lo que estaba pasando en Ucrania en el sentido de simplificar si los buenos eran los pro-rusos o los pro-europeos, como si hubiera una opción real de hacer tal separación. Por supuesto en absoluto justifico ni comparto la actuación del Gobierno de Ucrania; pero no deja de ser cierto que el debate de fondo que les enfrenta no deja lugar a dudas: mientras que no no haya una alternativa energética al gas natural que llega desde Rusia a Ucrania y al norte de Europa, en último término el Gobierno Ruso no tiene más que cortar el grifo para 'ganar' cualquier negociación.

Recordemos además que en esas latitudes la cuestión no es ducharse o no con agua calentita; allí sin el gas siberiano morirían millones de personas de frío en un solo invierno. Con estas condiciones de partida creo que es absurdo detenerse en entender los detalles de toda negociación, con argumentos tan sólidos en uno de los bandos no hay negociación entre iguales posible. ¿Por qué nos cuesta tanto ver que detrás del mundo que nos muestran siempre está la tensión primitiva de competir por los recursos necesarios para la supervivencia?


Nuestra capacidad productiva se ha incrementado tanto que de verdad nos hemos creído que habría suficiente para toda la humanidad, olvidando que aunque haya suficiente de todo, siempre estará mal repartido pues la suficiencia de recursos generalizada es contraria al funcionamiento teórico del capitalismo que necesita que la competitividad siempre sea máxima y nada hace más encarnizada una competición cuando lo que te juegas es la supervivencia. Por supuesto que desde este punto de vista la dinámica capitalista es terriblemente inhumana y parece increíble que la aceptemos con tanta normalidad, pero es lo que hay.


¿Sería posible liberar de la tensión de la competitividad capitalista algunos sectores básicos como: el energético, el alimentario, el agua de beber y la sanitaria, los medicamentos, la salud, la educación, las pensiones, la dependencia y por supuesto el mercado del dinero y los medios de pago que lubrican el sistema económico y lo hacen funcionar con fluidez?

Sin duda y como poco, contaríamos con la oposición radical de los AnaroLiberales, para los que el Mercado quedaría gravemente perturbado sin los productos cuyo consumo es imprescindible, ya que son estos precisamente los mejores activos financieros pues no tienen el riesgo de que puedan dejar de ser consumidos.


Los Neoliberales que Gobiernan el Mundo que dominan los que ocupan la cúspide de la Piramide de la Riqueza Global, también se opondrían a someter al Mercado a semejante limitación; pero quiero creer que son más sensibles o tienen más miedo a la reacción de la ciudadanía ante la creciente e insostenible desigualdad de la que habla el Papa Francisco, los informes de la ONU (de los que hablan ahora como si fueran nuevos), incluso Angela Merkel y bueno, los que siempre están responsabilizando a la INJUSTICIA ECONOMICA GLOBAL de casi todos los males de este mundo.


La guerra entre clases y modelos sociales continua y como soy consciente del "poder del lado oscuro", me inclino a pensar que la solución no estará ni en un extremo ni en el otro. Como en la energía se trata nuevamente de pactar el "mix" adecuado en estos sectores básicos para que sea sostenible y la humanidad pueda ser razonablemente libre y feliz; porque de eso se trata ¿o no?

Saludos
Rober Gonpane 

Esta ilustración es de un cuadro del museo de Altamira en Cantabria. Me ha parecido adecuada porque si no encontramos una solución real y sostenible al binomio suficiencia energética y reducción de emisiones contaminantes que planteaba más arriba...