jueves, 10 de marzo de 2011

Documental "Comprar, Tirar, Comprar"

Excelente documental, pero controlaros tras verlo y no vayáis a la tienda que os vendió la última impresora o la última bombilla a dar una paliza al dependiente, que el pobre no tiene nada que ver con el engaño ;-). Es muy recomendable incluso para niños, o sobre todo para verlo con niños o adolescentes para que cale bien en ellos lo absurda e insostenible que es nuestra actual sociedad de consumo y la quimera del crecimiento continuo e ilimitado.

robergonpane
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Documental: Comprar, Tirar, Comprar.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-comprar-tirar-comprar/1382261/

"Comprar, Tirar, Comprar":

Baterías que se 'mueren' a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas... 
¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?

La 2 de Televisión Española emite este domingo en prime time "Comprar, tirar, comprar" un documental que nos revela el secreto: obsolescencia programada, el motor de la economía moderna.

Rodado en Catalunya, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana, Comprar, tirar, comprar, hace un recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 una influyente revista de publicidad norteamericana, "un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios".
El documental, dirigido por Cosima Dannoritzer y coproducido por Televisión Española, es el resultado de tres años de investigación, hace uso de imágenes de archivo poco conocidas; aporta pruebas documentales y muestra las desastrosas consecuencias medioambientales que se derivan de esta práctica. También presenta diversos ejemplos del espíritu de resistencia que está creciendo entre los consumidores y recoge el análisis y la opinión de economistas, diseñadores e intelectuales que proponen vías alternativas para salvar economía y medio ambiente.
Una bombilla en el origen de la obsolescencia programada

Edison puso a la venta su primera bombilla en 1881. Duraba 1500 horas. En 1911 un anuncio en prensa española destacaba las bondades de una marca de bombillas con una duración certificada de 2500 horas. Pero, tal y como se revela en el documental, en 1924 un cártel que agrupaba a los principales fabricantes de Europa y Estados Unidos pactó limitar la vida útil de las bombillas eléctricas a 1000 horas. Este cártel se llamó Phoebus y oficialmente nunca existió pero en Comprar, tirar, comprar se nos muestra el documento que supone el punto de partida de la obsolescencia programada, que se aplica hoy a productos electrónicos de última generación como impresoras o iPods y que se aplicó también en la industria textil con la consiguiente desaparición de las medias a prueba de carreras.
Consumidores rebeldes en la era de Internet

A través de la historia de la caducidad programada, el documental pinta también un fresco de la historia de la Economía de los últimos cien años y aporta un dato interesante: el cambio de actitud en los consumidores gracias al uso de las redes sociales e Internet. El caso de los hermanos Neistat<http://www.ipodsdirtysecret.com/> , el del programador informático Vitaly Kiselev o el catalán Marcos López, dan buena cuenta de ello.
África, vertedero electrónico del primer mundo

Este usar y tirar constante tiene graves consecuencias ambientales. Tal y como vemos en el reportaje, países como Ghana se están convirtiendo en el basurero electrónico del primer mundo. Hasta allí llegan periódicamente cientos de contenedores cargados de residuos bajo la etiqueta de 'material de segunda mano' y el paraguas de una aportación para reducir la brecha digital y acaban ocupando el espacio de los ríos o los campos de juego de los niños.

Más allá de la denuncia, el documental trata de dar visibilidad a emprendedores que ponen en práctica nuevos modelos de negocio y escucha las alternativas propuestas por intelectuales como Serge Latouche, que habla emprender la revolución del 'decrecimiento', la de la reducción del consumo y la producción para liberar tiempo y desarrollar otras forma de riqueza, como la amistad o el conocimiento, que no se agotan al usarlas.

De Niño a Padre 2011

Ya se que no encaja un e-mail así (1) en un blog como este, pero sirve para demostrar que no se puede perder ni una oportunidad para meterle el dedo en el ojo "a los malos" ;-)

Hola a tod@s,

Más vale tarde que nunca y las deudas hay que pagarlas siempre, aunque la que tengo con Caja Madrid o mejor dicho ahora con Bankia, me gustaría no tener que pagarla por simple rebeldía anticapitalista e insumisión ante la fiscalidad privada de los ladrones de guante blanco que nos esclavizan con la deuda.

Pero mientras ganamos la batalla al Capitalismo Neoliberal Global necesitamos del dinero de papel que fabrican los bancos centrales, sin respaldo en oro desde que en 1971 Nixon eliminó la intercambiabilidad del dolar por oro. También necesitamos del dinero deuda que los bancos generan por apunte electrónico en nuestras cuentas en cantidad igual a la deuda que nos comprometemos a pagar. Además los bancos en función del coeficiente de caja con el que el regulador les deja trabajar, vuelven a prestar el dinero creado de nuestro compromiso periódico de pago una y otra vez, generando en cada operación más y más dinero deuda. Y porqué no, también podemos necesitar el dinero financiero que las grandes corporaciones generan al emitir nuevas acciones para captar pasivo no exigible con el que financiarse; vale que lo suelen usar para operaciones entre grandes compañías pero gracias al capitalismo popular (valga la contradicción) el que más y el que menos hemos recibido alguna que otra acción como pago de los beneficios de nuestra cartera de valores.

Así pues, como ninguno de estos tres tipos de dinero ficticio de curso legal está al alcance de nuestra mano fácilmente sino como lenta y generalmente escasa recompensa por nuestro trabajo diario; no tenemos más remedio que seguir soñando con la única forma que los simples mortales tenemos de hacer dinero de la nada... la lotería. He comprado para el próximo día del padre (19 de marzo) cinco décimos de 6 euros en los que jugaréis todos las cantidades pendientes del reintegro del sorteo del niño del pasado 6 de enero. Mayte y yo reduciremos nuestra apuesta a 10 euros pues tampoco es plan de enriquecer Loterías del Estado pues pronto será desamortizada por voluntad de los Mercados y pasará un 30% al sector privado.

Para mi el único dinero moralmente válido es el relacionado con el trabajo o el comercio; sin olvidar que solo el trabajo con derechos y el comercio justo (o si no queremos ser tan puristas "razonablemente" justo) tienen la legitimidad moral para crear riqueza.

Saludos de un próximo millonario que no dejará de ser Socialista por mucho dinero que le toque; para desgracia de los que anteponen el Libre Mercado a la Justicia Social Global, pues usaré mi fortuna para ayudar a acabar con la dictadura del Capital Globalizado... ¡que tiemblen los Mercados! ;-)

@robergonpane

(1) Así informaba a mis familiares y amigos sobre como les iba a pagar lo poco que nos había ido tocando una y otra vez desde la lotería de Navidad que tanto se comparte.