martes, 28 de septiembre de 2010

en resumiendo

Hoy me ha preguntado mi hijo qué era una huelga y después por qué. Ya sabéis que a mi me cuesta simplificar y pintar un mundo de buenos y malos. Pero según le desgranaba nuestro sistema de pensiones él me lo explicó muy clarito: "Osea que todos damos un poquito de dinero para que cuando los abuelos no puedan trabajar no sean pobres" y acto seguido "y ¿quién es tan malo que se quiere quedar con el dinero de los abuelos?". Y entonces es muy difícil no ver el mundo tan simple y tan maligno, sonó la sirena de entrada al colegio y no le pude explicar cómo pretendían perpetrar una más de las sustracciones a nuestras rentas, cómo nuestros gobiernos sometidos a los acuerdos que han firmado con la UE, el OMC y el FMI se han quedado inermes antes las grandes corporaciones financieras.

Dos días antes le tuve que explicar la huelga a mis padres, asiduos de intereconomia y de las televisiones. Entonces ves la extensión del mal, ni siquiera sabían que las movilizaciones eran en toda Europa, no tenían claro para qué era la huelga, contra Zapatero o contra Esperanza. Eso sí sabían que los lideres sindicales, vagos y "jetas", se habían reunido en no se qué hotel de cinco estrellas a negociar la distribución de los piquetes violentos. Entonces te das cuenta que no es posible explicar el mundo como yo lo tengo en la cabeza, complejo e interrelacionado. Es preciso explicarlo como me lo explicaba mi hijo, porque no da tiempo en dos minutos de atención a la que nos han programado durante treinta años de televisión.

"Unos alienigenas malisimos que se están quedando la comida de dos tercios de la humanidad, ahora han secuestrado a la población de los países ricos y exigen como rescate a los gobiernos de los países ricos las pensiones de los abuelos, las camas de los hospitales, las pizarras de las escuelas y un tributo anual en esclavos jóvenes para trabajar para ellos. Millones de personas de todo el mundo se están uniendo a través de redes informales formando una resistencia global..."

La solución, después de la publicidad.

Hasta la victoria siempre.

Yo sí haré huelga, si me dejan.

Agustin