La concentración de la riqueza
Como dice Susan George en su ultimo libro “Sus crisis, nuestras soluciones” a los pobres se les estudia mucho y suelen salir estos informes ampliamente publicados. Todos nos rasgamos las vestiduras sobre lo mal que viven en tal o cual sitio. Sobre las calorias que consumen o sobre el acceso al agua potable. A veces les han estudiado con tanta profundidad sobre sus formas de afrontar determinados asuntos (acceso al agua o comida, o formas de organizarse en comunidad) que lo han utilizado los escuadrones de la muerte o las instituciones que los financian para perseguirlos y destruir sus formas de vida.
Pero dice Susan que a los que tenemos que investigar es a los ricos. Hay empresas que los estudian, porque son sus potenciales clientes y quieren saber sus gastos y capacidades. Merryl Linch es una de ellas y ha sacado su último informe. Las genéricas y espeluznantes verdades de que aquel 20% de la población mundial que controlaba el 84% de la riqueza de los años ochenta hemos pasado a que ahora, después de dos décadas de políticas neoliberales y digamoslo así, de recrudecimiento de la lucha de clases en el planeta, un 10% controla el 85%. Los casi diez millones de personas que tienen una fortuna superior a un millon de dolares (excluidos la primera residencia, los bienes consumibles, los bienes coleccionables y los bienes de consumo duradero) parece que les está yendo bien con la crisis y han aumentado su patrimonio. Estas personas acumulan 39.000.000.000.000 de dolares con lo que ha caído. Tres veces el PIB (valido en esta ocasión) de EEUU. Pero aun hay más, de estos superricos hay 93.100 que acumulan 13,845,000,000,000, el PIB de la UE.
Estas personas utilizan su patrimonio de acuerdo a sus prejuicios, sus conocimientos, biografía personal y... sus intereses. ¿qué creeis que no está al alcance de estas personas? En los documentales absurdos nos ponen al sultán de Brunei o al emir de Dubai con coches chapados en oro y mansiones de ostentación absurda. Nos los ponen como ejemplo de la riqueza desmedida e insolidaria o por el contrario nos ponen a Bill Gates o George Soros como ricos “buenos” y solidarios. Pero nos ocultan a los verdaderos ricos con verdadero poder y las cosas que pueden comprar: la aquiesciencia de los intelectuales, el silencio o el altavoz de los medios, la ignorancia o confusión de la población, el miedo o la avaricia de nuestros gobernantes, nuestra democracia y el estado social.
¡Ejerzamos nuestra ciudadanía global!
¡No permitamos la destrucción de la democracia!
!Avant la France! (o algo)
Agustin
