domingo, 6 de junio de 2021

Una moneda electrónica del BCE, el e-Euro, como medio de pago no acumulable para dar liquidez a la economía, sin crear más deuda pública.

EXPOSICIÓN DE LA PROPUESTA

Tras una integración monetaria, fiscal y bancaria de todos los países de la UE, el BCE podría comenzar a emitir "e-Euros" (Euros electrónicos) con caducidad (como los GB de datos del móvil) en uno o dos meses y solo aptos para bienes y servicios de consumo local o de proximidad (incluidos los servicios básicos de agua, energía o comunicaciones por muy privatizados o deslocalizados que estén en casa zona..

Así se podría financiar una especie de Renta Básica Europea RBE para toda la ciudadanía de la Unión Europea, de forma que la economía tuviera un suministro periódico de liquidez directa, sin tener que recurrir ni al crédito otorgado por los bancos privados que genera deuda privada, ni a la constante inversión pública financiada con deuda pública.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Las cuestiones a debatir son muchas como es sabido de todos los proyectos de Renta Básica (como la Renta Básica Universal e Incondicional que propone ATTAC).

Por un lado es complejo y controvertido determinar cuál debería ser el importe de esta RBE en cada región de Europa, porque al menos inicialmente no podría ser la misma porque los niveles de precios de los productos y servicios básicos no son homogéneos en todos los territorios de la UE. No menos fácil es acordar si entendemos por "ciudadanía europea" a la población de todos los países miembros, residentes y no residentes en la UE, o si se aplicaría a un colectivo más reducido o por el contrario más amplio si se incluyen a extranjeros residentes en la UE.

Problemas técnicos también habría muchos, como por ejemplo encontrar la mejor forma de transferir el excedente o beneficio en e-Euros, que obtuvieran las empresas o "personas jurídicas" por la venta de bienes y servicios de consumo que la ciudadanía les pague en e-Euros "caducables" 

Habría que establecer una regla para que las empresas pudieran pagar sus impuestos y gastos corrientes con e-Euros, incluso cuando ya estuvieran caducados para el consumo primario de la ciudadanía. Esto exigiría que el periodo de uso para empresas fuera mayor que el fijado para laa personas físicas que perciben la RBE, con el objeto que la mayor parte de los e-Euros recircularan, garantizando un nivel mínimo de liquidez para que la economía funcione y no caer en la "trampa de liquidez" en la que necesariamente incurre el sistema de control de la masa monetaria que utiliza el BCE y otros Bancos Centrales.

Pero cómo sería casi imposible que todo el dinero electrónico se recicle para el siguiente periodo, habría que terminar por convertir los e-Euros que acaben en el balance de las empresas, en Euros convencionales, por ejemplo cambiándolos por bonos del tesoro Europeo. De esta forma el actual sistema de creación del dinero generando deuda no acabaría con esta RBE, sino que sería reforzado por su base para evitar los efectos perniciosos para la economía del excesivo afán del Capitalismo por acumular activos privados más allá de lo razonable y lo sostenible.

Se trataría pues de "reparar" el sistema de creación del dinero actual, garantizando un Estado del Bienestar Europeo no basado únicamente en unos servicios públicos gratuitos y de calidad financiados con impuestos y deuda pública, sino dando también a la ciudadanía europea directamente desde el BCE, una liquidez mínima para vivir dignamente en un sistema económico mayoritariamente privado, en el que sin liquidez quedas excluido prácticamente de todo, incluso de cosas básicas que los Estados están muy lejos de poder suministrar.

JUSTIFICACIÓN DE LA NECESIDAD DE LA PROPUESTA

El dinero es básicamente una unidad de cuenta y un medio de pago. Pero como es acumulable y portable, es lógico que se convierta en una mercancía muy deseada a pesar de que no esté respaldado por ninguna mercancía real, ya que todo fluctúa en el Mundo de los Mercados, un lugar donde nunca se descansa y en el que todo es relativo. 

Ni el oro ni ninguna materia prima tienen una relación directa con el valor del dinero, como ocurrió durante siglos cuando el Real de a ocho de plata o los Escudos de oro españoles, eran la principal referencia monetaria del comercio mundial, porque se sabía de la calidad y cantidad del oro y la plata que el imperio español extraía de las colonias de América. Ahora no hay ninguna referencia tan clara, pero todo el mundo quiere tener Dólares de EEUU, Euros europeos, Libras británicas, Yenes japoneses, Francos suizos o Yuanes chinos, porque son las monedas de reserva del sistema monetario mundial. El resto de monedas tienen que conformarse con su fluctuante cambio con estas divisas principales, con lo que eso implica para las diferentes economías del Mundo.

Nos guste o no, el sistema monetario actual funciona así y lo que buscamos es que cambie para que sea sostenible y más justo. Para ello el dinero no debería ser el combustible del motor, si se me permite asimilar el sistema económico a un motor térmico, sino más bien el lubricante porque su razón de ser es que el motor, o sea la economía, funcione dentro de los parámetros de diseño y para ello, el lubricante tiene que fluir constantemente y no acumularse en ninguna parte del sistema.

Es pura dinámica de fluidos, hay fuentes y sumideros de dinero, de lubricante siguiendo con el símil, pero si se generan reservorios de capacidad casi infinita y que por supuesto no fueron previstos por el ingeniero que diseñó (se supone con buena voluntad) el motor para que funcione bien, se genera un mal funcionamiento e incluso se puede sobrecalentar y "gripar" el motor por falta de lubricación.

El problema viene de un hecho fácilmente comprensible: los que tienen mucho lubricante acumulado, o sea mucho dinero y activos equivalentes, no están dispuestos a que el sistema cambie. Y aunque vieran que el motor está a punto de romperse y les entrará la inquietud de que algo tienen que hacer, siempre se mostrarán reacios a ser los primeros en abrir el grifo y soltar el lubricante o liquidez necesaria.

No voy a profundizar más en este símil mecanicista de la economía, como no voy a explicar las muchas propiedades y peculiaridades que, como el mismo dinero, puede tener un lubricante. Pero sí que me gustaría terminar esta propuesta respondiendo a la pregunta típica: si el dinero es el lubricante ¿cuál es el combustible que mueve el Mundo?

Mi muy particular pero seguramente nada original respuesta, es que nuestro trabajo y las materias primas, incluida la energía, somos el combustible que mueve la motor que asemejó a economía mundial. Nuestros cuerpos y nuestras mentes forman parte de las estructuras que forman el motor, junto con el medioambiente natural y el mundo material que ha creado el hombre con su trabajo y el de sus máquinas. Cuando morimos nuestros restos mortales, si se tratan naturalmente, vuelven a ser materia prima y por tanto combustible. Pero en vida el motor no debería consumirnos, solo debemos dejar que nos use con respeto, pero también para nuestro propio beneficio individual y colectivo.

Todos los activos, incluidas las materias primas y hasta personas (si le dejamos al Capitalismo campar a sus anchas) tienen que valorarse según el mercado, "Mark to Market", y para ello necesitamos sin duda una unidad de cuenta sin duda, pero no podemos permitir que nos haga la vida imposible por no tener medios de pago para la vida diaria, porque si la economía no sirve para que las personas vivamos bien ¿para qué sirve la economía?

Salud, Amor y Suerte

@robergonpane