jueves, 21 de marzo de 2019

El mercado de trabajo en la economía global y la distribución de la riqueza

Para hablar de cualquier mercado, incluido en laboral, en el mundo globalizado del siglo XXI, hay que dejar ya de pensar en países y áreas económicas ricas y pobres.

Sin duda Occidente (y principalmente Europa) afronta el peligro de terminar siendo irrelevantes en la gran economía mundial; pero no nos engañemos con anacrónicos nacionalismos porque el capitalismo liberal global actual es más apátrida que nunca.

La revolución neoliberal que comenzó con Thatcher y Reagan (el experimento previo con Pinochet no es equiparable por muchos motivos), tenía precisamente como objetivo el sustituir a la clase media occidental (doy por buena de aquí en adelante esta cuestionable división del mundo entre occidente y oriente) que había acumulado muchos derechos y buen nivel de vida, por una nueva clase media en países en un principio subdesarrollados o en vías de desarrollo, que abrazaría el capitalismo global cómo la única forma de salir de la pobreza, conformándose con unas condiciones laborales y una calidad de vida mucho menor que la de "los occidentales".

Sin duda al sistema económico capitalista le da igual la raza o la religión de los consumidores, solo le importa que consuman todo lo que puedan, y que trabajen lo que haga falta pidiendo lo menos posible y sin problema. Por tanto fue una decisión consciente de cierta clase dominante occidental (que todavía acapara la mayor parte de la riqueza del planeta), el llevarse los centros productivos a países como China en donde los derechos laborales y el cuidado del medio ambiente no importaban en absoluto y por tanto se podían bajar los costes de producción. Lo malo, es que la ciudadanía occidental aceptó con júbilo la abundancia de productos a buen precio y, obnubilados por el consumo y distraídos con miles historias y decenas de guerras, ignoramos las consecuencias que aquella deslocalización tendría sobre el mercado laboral y los derechos sociales en occidente. De los derechos de los trabajadores orientales por supuesto nadie se acordó y aún menos de las consecuencias ecológicas del desmedido crecimiento del mercado global.

¡Qué diablos! había que ganar la guerra fría y hacer que todas las economías del planeta crecieran, no importaba ni lo que le pasará al planeta ni a los trabajadores de aquí o de allá, porque había llegado el momento de ser generosos y expandir el bienestar consumista por todo el Mundo. (Por supuesto este párrafo en cursiva es ironía).

La globalización nos permitió tener muchas cosas que antes tenían precios prohibitivos, pero fuimos perdiendo otras cosas más "aburridas" pero mucho más valiosas. Los sueldos fueron perdiendo terreno en el cómputo de la renta de cada país, mientras que de forma simétrica los beneficios empresariales y financieros pasaban a ser predominantes en la riqueza nacional (siempre a diferentes ritmos según el país y la correspondiente tendencia política gobernante).

Décadas después los países hacia donde se llevaron la producción (China principalmente) tienen ya el conocimiento y la estructura necesarios para para fabricar sus propios productos, así como sus propias élites dominantes con una gran acumulación de capital. Por tanto, una vez consolidada la globalización lo que tenemos ya no es tanto países ricos y países pobres (que también), sino diferentes clases medias extendidas por todo el planeta, con más o menos derechos civiles y laborales en función de su situación geográfica y trayectoria histórica de su país de residencia. Lo bueno (para el sistema), es que todas estas clases medias tienen un perfil común de consumidores dependientes de sus rentas laborales y de su capacidad de endeudamiento financiero, que complementa a las menguantes rentas del trabajo, creando la ilusión de mantener el poder adquisitivo con salarios más bajos.

El endeudamiento público, empresarial y privado es un auténtico cáncer para la economía global, pero este último, el privado o de las familias, está íntimamente relacionado con la creciente precariedad laboral, a la que la despiadada y desregulada competencia global nos está arrastrando al 99% de la población mundial. Las facilidades para el endeudamiento crean la falsa sensación de mantener o incluso aumentar el poder adquisitivo, aunque los sueldos se estanquen.

El miedo a que te declaren moroso y no puedas acceder al crédito es un importante aliado para la financiarización de la economía, porque las dificultades para acceder a los créditos permiten crecer a los revendedores financieros (no hay más que ver cuántas empresas ofertan créditos fáciles y rápidos hasta en el Metro) que dan financiación a las personas que no tienen suficiente fiabilidad financiera para acudir al banco y que en consecuencia pagan a estos revendedores intereses escandalosos que se pueden calificar de auténtica usura. Y no nos engañemos, los bancos están detrás de este negocio de los revendedores de créditos... (como de muchas otras cosas peores).

El resultado de toda esta "ensalada" es una clase media trabajadora occidental muy endeuda, y por tanto más débil por el miedo a no poder hacer los pagos a los que se ha comprometido, lo que provocaría el embargo de sus adorados bienes materiales. Esto combinado con un desempleo estructural creciente, pone muy fácil a las empresas la negociación con los trabajadores y los derechos laborales que tanta sangre costó conseguir poco a poco se van perdiendo.

Derribados los derechos laborales todos los demás sucumben irremediablemente, y este es el método elegido para acabar con los llamados "estados del bienestar" occidentales. No era posible desmantelarlos desde las economías nacionales porque en estados democráticos no habría durado mucho en el gobierno que lo hubiera intentado. Pero la deslocalización de la producción otorgó la oportunidad de socavar los cimientos de la estructura social y laboral de los países occidentales que, como era lógico, décadas después se está derrumbando porque para competir en la economía globalizada, los costes de los derechos sociales siempre harán a los trabajadores occidentales menos rentables.

Resumiendo, que la globalización no va a equiparar el nivel de las clases medias del mundo, a lo que hubiera sido un punto intermedio entre occidente y oriente (según una especie de teoría de los vasos comunicantes); si alguien pensó que eso llegaría a ocurrir alguna vez sin duda fue muy ingenuo. La tendencia es a igualarnos a todos por abajo, para que compitamos directamente con los trabajadores del sudeste asiático que es donde vive la mitad de la población mundial. Pero que no se hagan ilusiones los trabajadores de África porque no van a subir al nivel de los trabajadores chinos, del mismo modo que chinos e indios no tendrán nunca los estándares de bienestar que se lograron en occidente, pues precisamente el acabar con ese alto nivel de vida de la clase media permite recuperar la tasa de ganancia de los "inocentes inversores", que solo buscan rentabilidades crecientes para sus ahorros sin querer perjudicar a nadie... (nuevamente es ironía).

Un efecto colateral de toda esta evolución económica (que nunca alarma tanto como si le ponemos la "R" delante) es que se están alcanzando niveles de desigualdad insostenibles, porque la distribución de la pirámide de riqueza es tan disparatada que la acumulación en la cúspide puede ocasionar el colapso de toda la economía global. Y por supuesto todo esto es posible gracias (entre otras cosas) al mantenimiento del secreto bancario, la desregulación financiera y de los refugios fiscales (más conocidos por paraísos fiscales debido a una mala traducción) que están en el centro del descomunal nudo gordiano en el que se han mezclado todos los problemas de la Humanidad en este recién estrenado tercer milenio. 

Lo sé, al final he tenido que tocar los temas fundacionales de ATTAC y muchos pensarán que siempre acabo hablando de lo mismo; pero guste o no, lo cierto es que es así y todo está íntimamente relacionado aunque no seamos capaces de que la ciudadanía vea la clara relación causa-efecto, distraída como está en miles de temas menores que copan la vida de las personas y la actualidad de la sociedad.

Por cierto, el próximo 3 de Abril (tercer aniversario de la publicación de los "papeles de Panamá") se celebra la tercera jornada mundial contra los refugios fiscales, que son cada vez más numerosos aunque los eliminen de las listas oficiales y eso me plantea varias preguntas:

  • ¿Por qué no se legisla para que los paraísos fiscales dejen realmente de serlo y no solo en apariencia?
  • ¿Quién se acuerda de las BEPS (Action Plan on Base Erosion and Profit Shifting) iniciativa de la OCDE de la que se hablaba mucho cuando lo del escándalo de los Luxleaks (que fue anterior a los Panama Papers) allá por 2015?
Salud, Amor y Suerte.
@robergonpane

Nota 1
Este artículo empezó como un comentario demasiado largo a este otro del Blog Salmón cuya lectura recomiendo.
https://www.elblogsalmon.com/mundo-laboral/salarios-clase-media-no-suben-e-incluso-bajan-razones-no-nada-buenas?utm_source=facebook.com&utm_medium=social&utm_campaign=buffer&utm_content=buffer0bdd7#comments

Nota 2
Como sé que a veces no funcionan los enlaces insertados en el texto (resaltados en letra de otro color y subrayados), pongo a continuación los enlaces

https://www.noeslomismo.org/2012/07/prescindible-o-irrelevante-europa-en-el.html?m=0

https://www.noeslomismo.org/2017/07/burbuja-de-practicas-en-empresa-para.html?m=1

https://www.noeslomismo.org/2013/12/la-piramide-de-la-riqueza-global.html?m=1
En este enlace se cita el estudio de la riqueza global de Credit Suisse de 2013, pero este gran banco global del "refugio fiscal suizo" saca todos los años este gran estudio, pensando en sus mejores clientes, los multimillonarios globales cada vez más repartidos por todo el planeta.
https://www.credit-suisse.com/corporate/en/research/research-institute/global-wealth-report.html











Otro gran banco de este "paraíso fiscal" europeo es el UBS, que hace otro fantástico estudio de la riqueza global, con análisis gráficos de la distribución de la riqueza global muy interesantes.

https://www.ubs.com/global/en/wealth-management/uhnw/billionaires-report.html