miércoles, 21 de mayo de 2014

Absurdos e injusticias de un sistema judicial enfermo


Verdaderamente escandaloso y patético. Se cierra el caso (porque ha prescrito después de ¡más de dos años! de espera) del mando policial que abofeteó delante de las cámaras a una chica menor de edad y que posteriormente pegaron a un periodista que lo fotografiaba.

Mientras tanto siguen soltándose narcotraficantes por la reforma de la Ley de Justicia Universal de Gallardón y en el Ministerio del interior sigue Fernández Diez a la caza de Twitteros (que seguro serán rápidamente juzgados) a la vez que el PP denuncia a "Menéame" ante la junta electoral.

Y al que secuestro por unas horas a la mujer, hijo y empleada de hogar de Bárcenas en su domicilio (con una pistola antigua que no sé si funcionaba y si estaba cargada) a pesar de que decían que estaba trastornado mentalmente y no causarles daños físicos; le juzgaron en pocos meses y el mes pasado le condenaron  ¡a 22 años de cárcel! poco menos de lo que le hubiera caído por matar a alguien.

¿Qué habrá en la casa de Bárcenas que tanto motivó a la Fiscalía y a la Justicia para ser tan diligentes?

¿Qué riquezas o documentos tan importantes (parece que buscaba un pen-drive) habrá en esa casa que el ladrón secuestrador pudiera robar y que justifique tan rápida actuación judicial y semejante condena?

Demasiados errores, demasiada lentitud, pocos medios para tan importante y complicada labor. La Justicia es un pilar fundamental del Estado y debería ser ejemplar.

Suelo defender la actuación de la Justicia pues personalmente creo que haya abiertas tantas causas contra la corrupción, tanto caso Gurtel, Bárcenas, Urdangarín, Blesa, etc. es precisamente una señal de que el sistema es lento pero funciona.

Por supuesto hay muchas decisiones judiciales que no comparto y no hablemos de las vergonzosas reformas que está haciendo el Super Ministro Galardón, que de tan progresista como le pintaban, ahora impulsa una Ley del aborto para "garantizar el derecho de las mujeres a ser madres" que no quiere ni entiende nadie, salvo los círculos más reaccionarios del PP y de la Iglesia Católica Española hasta hace bien poco liderada por el impresentable y recalcitrante cardenal Rouco Varela.

Pero aunque puedo entender cualquier error, vicio o injusticia; lo que no soporto son los absurdos, las arbitrariedades y los flagrantes desagravios comparativos, que restan credibilidad a todo el sistema por los lamentables e injustificables hechos que ponen en evidencia.

Saludos
@robergonpane
P.D. Todos los enlaces citados los copio a continuación, pero el primero es otro disparate no citado pero tan enorme como el importe de la diferencia entre la sanción impuesta por el tribunal (240€) y la que pretende recurrir la acusación (entre 600.000 y 1.000.000 €). Realmente parece una broma pero no lo es (ni en los recuentos de manifestantes hay tanta diferencia) y digo yo que un punto intermedio habrá que no cause rechazo por el más elemental sentido común. Pero hay demasiadas noticias, demasiados sucesos y cotilleos como para que se puedan hacer filtros eficaces contra el absurdo.