También cabría la posibilidad de que se haya identificado
como un activo perfecto para la especulación, debido a su bajo precio, a que no
tiene fecha de caducidad y a que es un bien que siempre será necesario. Esto me
da pie a relacionar el ‘papel higiénico’ con el ‘papel moneda’ y finalmente, con los ‘Refugios Fiscales’ o
guaridas financieras, como habría que denominar a esa mala traducción del
inglés que ha hecho fortuna, los ‘Paraísos Fiscales’.
La cantidad de riqueza acumulada en el Mundo
en ‘papel moneda’ o en ‘metálico’ es insignificante, comparada con la gran
cantidad y diversidad de ‘activos financieros’ que el Mercado Global ofrece a
los propietarios de la riqueza. Pero vamos a
seguir con el símil del ‘papel higiénico’ y el ‘papel moneda’, mezclando
ambos términos e identificando al
segundo con los ‘activos financieros’, para poder así reforzar el hilo del argumento
con la lamentable imagen de las montañas de rollos de papel que muchos deben
tener en casa.
Como indica el informe anual de Credit Suisse(1) sobre la riqueza en el Mundo, durante
2019 la cantidad de ‘papel moneda’ ha crecido un 2,6% hasta alcanzar la
desorbitante cifra de 360 Billones (12 ceros) de dólares de EEUU (en adelante
USD), que sin duda sería una un enorme montaña de papel. Si realmente toda esta
supuesta riqueza acumulada en el mundo fueran billetes de un dólar (dimensiones
155.956 × 66.294 mm y peso 1 gramo por billete),
estaríamos hablando de 360 millones de toneladas o lo que es lo mismo, 48
kilogramos de dólares por cada uno de los aproximadamente 7.500 millones de
habitantes de la Tierra… ¡48.000 dólares por cabeza si estuviese bien repartido!
Conviene antes de seguir, que diferenciemos
bien los conceptos de riqueza acumulada y de generación de riqueza o
producción. También en esto ayuda el símil que estamos usando: una cosa es la
capacidad de producir rollos de papel higiénico de las fábricas y otra los
millones de toneladas de papel higiénico que pueden llegar a acumular los
almacenes y los trasteros de nuestros insaciables conciudadanos.
Sin
poner en duda los cálculos de Credit Suisse, cifrar la riqueza global en 360
Billones de USD, cuando la producción anual de todo el planeta (el famoso y
engañoso Producto Interior Bruto o PIB) no alcanza los 90 Billones de USD, es difícil
de imaginar porque sería como mantener acumulada la riqueza generada en todo el
mundo durante más de cuatro años.
El PIB es muy diferente de unos a otros
países y es generalmente aceptado que cuanto mayor es el PIB, tanto mejor y más
desarrollado es el país en cuestión. Esta desigualdad también se produce en la
distribución geográfica de la riqueza, y en este caso ya no es tan fuerte el
sentido más nacionalista de esta distribución, porque lo importante en el mundo
financiero son los individuos que acumulan la riqueza y no los territorios, pues, por encima de su nacionalidad, religión o género, son
los mejores clientes de los bancos.
Las empresas producen riqueza y la aportan al
PIB global con su actividad diaria, al igual que lo hacen todos los
trabajadores. Por supuesto hay empresas y trabajadores que pueden acumular
riqueza, pero lo habitual es que tengan más deudas que riqueza. Por eso, los
informes sobre la riqueza mundial que tanto interesan al sector financiero, se
centran en lo que denominan HWNI (High Worth
Net Individuals o Individuos de Alto Valor Neto) y sobre todo en los UHWNI
(Ultra High Worth Net Individual o
Individuos de Ultra Alto Valor Neto). Basta con decir que estos ‘individuos’
representan menos del 1% de la población mundial pero tiene el 75% de los 360
Billones de USD que supuestamente hay en el Mundo… ¡con lo pocos que son y tienen tres de cada cuatro rollos de papel higiénico!
Si estos individuos tuvieran esta riqueza
depositada en cualquier país con una fiscalidad de las que permiten a su
ciudadanía disfrutar, entre otras muchas cosas, de pensiones, sanidad y
educación públicas razonables, sin duda los impuestos que tendrían que soportar
serían ‘confiscatorios’, como los suelen calificar estos respetables ciudadanos
más obsesionados con el libre mercado y las rebajas fiscales.
Por tanto, todos los HWNI sin distinción de
credo o nacionalidad, necesitan tener sus activos financieros y sus billetes o
bien debajo del colchón, o bien en un buen ‘Refugio Fiscal’ que sin duda es un
auténtico Paraíso para guardar sus riquezas. Los Refugios Fiscales y el secreto
bancario que defienden (por no hablar por la especulación descontrolada en los
mercados financieros globales), son los cómplices necesarios para que la
pirámide de la riqueza mundial esté tan escandalosamente mal repartida.
El peso de la riqueza acumulada en la cúspide
de la pirámide, unido a la insostenible montaña de deuda neta que soportan
muchas empresas, personas y casi todos los Estados, puede hacer que todo el
sistema económico mundial se hunda por su propio peso y sin duda, la crisis del
Covid-19 puede precipitar el desastre.
Cuando se escuche que la economía no funciona
porque no hay liquidez en los mercados; que los Bancos Centrales tiene que
inyectar dinero en el sistema financiero para reactivar el crédito; que los
Estados tiene que endeudarse más para financiar la economía de empresas y familias;
por favor, que se acuerde alguien de por qué no tiene ahora papel higiénico en
casa y de por qué los supermercados no pueden ‘inyectar suficiente dinero’,
perdón, ‘reponer papel higiénico’ para cubrir el ansia de acumulación de esos
ciudadanos respetables, pero tan insolidarios.
El tres de abril se celebra el día de acción global
contra los Paraísos Fiscales. La jornada conmemora la publicación en 2015 de
los “Papeles de Panamá” y es una buena ocasión para denunciar la existencia de estas
‘guaridas financieras’, que son cada vez más numerosas, versátiles y accesibles
gracias a la tecnología.
Para terminar una recomendación
cinematográfica: “La Lavandería” (con Meryl Streep, Gary Oldman y Antonio
Banderas) además de ser una película entretenida, describe bien el escandaloso
Casino Financiero Global que hay en torno a los Refugios Fiscales.
@robergonpane
Rober Gonpane es miembro
de ATTAC Madrid e integrante del Observatorio de Justicia Fiscal y Financiera
Global de ATTAC España.
Se publicó en "Cuartopoder" el 3 de Abril de 2020
"Papel higiénico, papel moneda y paraísos fiscales”.
Mezclar crisis #COVID19 o #coronavirus con economía tras ver efectos sobre empleo era fácil pero para establecer una causa-efecto con #paraisosfiscales necesité usar mucho 'papel higiénico'.
VERSIÓN INICIAL DE EXTENSIÓN EXCESIVA Y CON MAS ENLACES
En estos curiosos y dramáticos días, en los que la mayoría vivimos el estado de alarma recluidos y alarmados por las incesantes noticias sobre el avance del Coronavirus, si hay algo que me resulta incompresible y absurdo es la escasez de papel higiénico en los supermercados. La escasez no se debe a una falta de producción o stock de la materia prima, al menos en un primer momento, ni por supuesto es un problema logístico de distribución o capacidad de almacenaje. La culpa es de la insolidaria histeria colectiva de la gente, que ha debido pensar que el papel higiénico es fundamental para luchar contra el virus y sobrevivir al confinamiento.
También cabría la posibilidad de que mucho lo
hayan identificado como un activo perfecto para la especulación, debido a su
bajo precio inicial, a que no tiene fecha de caducidad y por supuesto, a que es
un bien que siempre será necesario. Muchos me dirán que me aburro y que siempre
“arrimo el ascua a mi sardina”, pero no puedo perder esta oportunidad, para intentar
distraer a quien quiera evadirse un poco de la dramática tormenta informativa, relacionando
el ‘papel higiénico’ con el ‘papel moneda’ y finalmente, con los ‘Refugios Fiscales’
o como se les suele denominar por una mala traducción del inglés, los ‘Paraísos
Fiscales’.
Por supuesto que en el siglo XXI la cantidad
de riqueza acumulada en el Mundo en ‘papel moneda’ o en ‘metálico’ es
insignificante, comparada con la gran cantidad diversidad de ‘activos
financieros’ que el Mercado Global ofrece a los propietarios de la riqueza,
para que esta se acumule como si de montañas de papel higiénico se tratara. Pero
para seguir con el símil me permito
seguir utilizando indistintamente los términos ‘activos financieros’ y ‘papel
moneda’, para reforzar gráficamente el argumento (ver viñeta de F. Ibáñez sobre
la gran acumulación de papel higiénico en la ‘Rua del Percebe nº 13’)(1).
Efectivamente, como de forma clara indica el
informe anual de Credit
Suisse(2) sobre la riqueza en
el Mundo, durante 2019 la cantidad ‘papel moneda’ ha crecido un 2,6% hasta
alcanzar la desorbitante cifra de 360 Billones (de los nuestros con 12 ceros)
de dólares de EEUU (en adelante USD), que sin duda sería una un enorme montaña
de papel moneda. Si realmente toda esta supuesta riqueza acumulada en el mundo fueran
billetes de un dólar (dimensiones 155.956 × 66.294 mm y peso 1 gramo por billete), estaríamos
hablando de 360 millones de toneladas o lo que es lo mismo, 48 kilogramos de
dólares (o sea de papel pintado) por cada uno de los aproximadamente 7.500 millones
de habitantes de la Tierra.
Pero a nadie se le escapa que a estos
cálculos les fallan muchas cosas y conviene aclarar al menos tres puntos:
1.
Lo
primero y más evidente es que estoy suponiendo que toda la riqueza del mundo en
los billetes de dólar más pequeños, pero aún así son solo 48 kilogramos por
persona que, si bien es un equipaje muy pesado, teniendo en cuenta que estaría
valorado en 48.000 USD todos nos buscaríamos la manera de llevarlos y
guardarlos a buen recaudo, de la misma forma que han hecho millones de personas
con el papel higiénico.
2.
Lo
segundo es que como he comentado más arriba, la riqueza mundial está acumulada
principalmente en activos financieros de valor variable (que cotizan en los
mercados bursátiles para tener liquidez), la cifra de partida es muy volátil y
cuando ‘la bolsa’ se hunde como está pasando con la crisis del Coronavirus, la
riqueza se volatiliza.
3.
Por
último, pero sin ánimo de poner en duda los cálculos de Credit Suisse, cifrar
la riqueza global en 360 Billones de USD, cuando la producción anual de todo el
planeta (el famoso y engaño Producto Interior Bruto o PIB) no alcanza los 90
Billones de USD, es difícil de creer porque sería como acumular la riqueza
generada en el mundo durante más de cuatro años. Llevado a la ‘economía
familiar’ (que es uno de los recursos más habituales ocultar la verdad de las grandes
finanzas globales), sería como ahorrar todo lo que ganamos en cuatro años sin
gastar absolutamente nada, para tenerlo acumulado por lo que pudiera pasar en
el futuro. Siguiendo con el símil, imagínense que tuviéramos que acumular en
nuestra casa todo el papel higiénico que necesitaremos en los próximos cuatro
años… ¡espero que no sea tanto lo que quieren acumular los que se han dejado
llevar por el pánico en esta crisis o la viñeta de F. Ibáñez(1) se habrá quedado corta!
Pero aparte de las tres consideraciones anteriores,
a nadie se le escapa que lo que de verdad invalida todo este modelo de reparto
de la riqueza ‘en peso’, es el eterno problema del desigual reparto de la
riqueza en el mundo. Y aquí conviene separar bien los conceptos de riqueza
acumulada y de generación de riqueza o producción; de la misma forma que ‘noeslomismo’
los millones de toneladas de papel higiénico acumuladas en hogares y almacenes,
que la capacidad de producir de las fábricas.
Nos meten en la cabeza a diario que la
capacidad de producción o PIB es muy diferente de unos a otros países del Mundo.
La riqueza por supuesto también tiene distribución geográfica, pero como se
observa claramente en citado informe GlobalWealthReport(2) de Credit Suisse, o en este otro WorldWealthReport(3) también muy interesante, y por
supuesto en el informe GlobalWealthManagement(4) de otro gran banco suizo como es el USB,
lo que le preocupa a los banqueros del mundo son los individuos que acumulan
esa riqueza porque por encima de su nacionalidad, religión o género, son sus
mejores clientes.
Las empresas producen riqueza y aportan al
PIB del conjunto del mundo con su actividad diaria, al igual que por supuesto hacemos
todos los trabajadores asalariados. También es cierto que hay empresas y
asalariados que pueden acumular riqueza, pero es bastante más habitual que
tengan más deudas que riqueza. Por eso estos informes se centran en lo que
denominan HWNI (High Worth Net Individuals o Individuos de Alta Valor Neto) y
sobre todo en los UHWNI (Ultra High Worth Net Individual o Individuos de Ultra Alto
Valor Neto). Basta con decir que estos ‘individuos’ representan menos del 1% de
la población mundial pero tiene el 75% de los 360 Billones de USD que
supuestamente hay en el Mundo… ¡o sea que tiene tres de cada cuatro rollos de
papel higiénico!
Sin duda estos individuos no es que tengan
papel higiénico, perdón, papel moneda o riqueza quería decir, para cuatro años;
tienen para más de cuatro siglos cada uno (y aquí no he hecho cálculos) pero la
cuestión es: ¿para qué necesitan tanto?
Como las necesidades de ser humano son
insoslayables no será aquí donde contestemos a esta última pregunta, pero lo
que sí me parece evidente es que si estos individuos tuvieran esta riqueza en
España o en cualquier país con una fiscalidad normal de las que permiten tener,
entre otras muchas cosas, pensiones, sanidad y educación públicas razonables;
sin duda el impuesto sobre el patrimonio que tendrían que soportar sería ‘confiscatorio’
como suelen calificar a este impuesto y al de sucesiones, los más obsesionados
con el libre mercado y las rebajas de impuestos (que por cierto en crisis como
estas no suelen hablar mucho).
Por tanto, todos los UHWNI y los HWNI sin
distinción de credo o nacionalidad, necesitan tener sus activos financieros y
sus billetes o bien debajo del colchón, o bien en un buen ‘Refugio Fiscal’ que
independientemente de la traducción del inglés, sin duda les parece un auténtico
Paraíso para guardar sus riquezas. Los Paraísos Fiscales y el correspondiente
secreto bancario (por no hablar por la especulación descontrolada en los
mercados financieros globales), son los cómplices necesarios para que la
pirámide de la riqueza mundial esté tan escandalosamente mal repartida. Tanto
es así, que el peso de la riqueza acumulada en la cúspide de la pirámide, agravado
por la insostenible montaña de deuda neta que soportan muchas empresas,
personas y casi todos los Estados, puede hacer que todo el sistema económico
mundial se hunda por su propio peso y la crisis del Covid-19 puede ser un
catalizador muy eficaz para tal desastre.
Cuando escuchéis que la economía no funciona porque
no hay liquidez (dinero que fluya para comprar y vender) en los mercados; que
los Bancos Centrales tiene que inyectar dinero en el sistema financiero para
reactivar el crédito; que los Estados tiene que endeudarse más para financiar la
economía de empresas y familias; por favor, acordaros de porqué no tenéis ahora
papel higiénico en casa y de porqué los supermercados no pueden ‘inyectar suficiente
dinero’, perdón, ‘reponer el papel higiénico’ como para cubrir el ansia de
acumulación de nuestros compatriotas más insolidarios.
Por último solo recordaros que el tres de abril
es el día de acción global contra todos los Paraísos Fiscales (no solo contra los
de las listas oficiales de países así considerados, porque cada vez son menos
creíbles). La jornada conmemora la publicación en 2015 de los “Papeles de
Panamá” (escándalo de la firma de abogados panameña Mossack–Fonseca). Por
cierto, no dejéis de ver la película “La Lavandería” (con Meryl Streep, Gary
Oldaman y Antonio Banderas) porque además de ser divertida, describe bien el
escandaloso Casino Financiero Global que hay montado en torno a los Refugios
Fiscales.
Salud,
Amor y Suerte.
@robergonpane
Rober Gonpane es socio de ATTAC Madrid y participa
en el Observatorio de Justicia Fiscal y Financiera Global de ATTAC España, en
el que el ITF y la Evasión y Elusión Fiscal son temas centrales de debate y
estudio.