viernes, 15 de enero de 2010

No tenemos tiempo de ser pesimistas


...De nada sirve quejarse de la realidad pues esta es la que es, nos guste o no. Si es buena hay que disfrutarla; si es mala hay que tratar de minimizar sus consecuencias; si simplemente genera más trabajo obligatorio del deseable (si aceptemos llamar trabajo a los que son optativos), hay que asumirlo con responsabilidad y con la mayor dósis de alegría que nos sea posible aportar.

Pasan los años sin parar ni un instante,
y los recuerdos se hunden en un mar de olvido.
Vivimos en la playa al filo del presente,
a la espalda el inmenso mar de lo vivido
y la tierra incógnita del futuro al frente:

  • esperando un mañana que no recodará nuestro rostro;
  • temiendo olvidar y ser olvidados;
  • atesorando vida en un cofre sin fondo de recuerdos;
  • intentando entender un presente que debiera ser nuestro.
Pero no tenemos tiempo de ser pesimistas:
  • no nos lo podemos permitir y no nos lo perdonarán;
  • no se lo merecen los que en el futuro nos sucederán,
  • no es justo con los que antes lucharon y ya no están.
robergonpane

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, estoy de acuerdo contigo. Ser pesimistas nunca lleva a ninguna parte, al contrario; te resta fuerzas, aliento de vida, ilusión, te hunde en un pozo sin fondo de miedo y desesperanza y así te conviertes en un ser muy facil de manejar, que en definitiva es lo que muchos pretenden.
Por eso hay que luchar siempre; para mejorar, para defender lo positivo de cada momento, para mantener todos los logros obtenidos a través del tiempo, por todas las vidas sacrificadas para lograrlo. Y por nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y a su vez, los hijos de los hijos de nuestros hijos. Que el ser humano EVOLUCIONE, para hacer un mundo más justo y habitable para todos.
Gracias, gracias y gracias, por esta lección de aliento y esperanza a la que nos invitas para seguir luchando por la vida.