sábado, 6 de febrero de 2010

DILE A LOS NIÑOS QUE LES QUIERO...

No es un despedida ni nada por el estilo, tranquilos. Se trata de un anuncio que cada vez que lo escucho me revuelve las tripas por sus implicaciones: las machistas son evidentes; pero también son destacables las socio-económicas que derivan del estilo de vida y escala de valores que pone como ejemplo.
Ante la llamada de un cliente interesado por el nuevo Volkswagen Passat, el protagonista del anuncio le dice a su secretaria: "llame a mi casa y dígale a mi mujer que no me espere a cenar, que le diga los niños que les quiero; aplace la reunión de las seis y pídame una pizza"; inmediatamente retoma la llamada del cliente y le empieza a hablar del equipamiento etc.
Quizá pensaréis que tampoco es para tanto, pero vamos a analizar el texto un poco.
Desde el punto de vista de que el protagonista es Padre (por empezar por el aspecto que da título a este escrito) el anuncio va en contra de todos los esfuerzos que las políticas de igualdad llevan haciendo años para que los hombres asuman de una vez plenas responsabilidades en la educación de sus hijos. No sirve con que le digan a un niño que su padre le quiere mucho y que por eso trabaja tanto y nunca está en casa. O estás presente en la infancia de tus hijos o sencillamente te la pierdes; el cariño,, el respeto, la complicidad no se pueden delegar ni mantener a distancia. Este debería ser el ejemplo de lo que no debe ser un Padre.
Desde el punto de vista machista, quizá el más evidente, de un plumazo cambia los planes de su mujer y de su secretaria. Por imperativo laboral le deja plantada la cena a su mujer, que dicho sea de paso se la muestra como cocinera y cuidadora de los hijos, como "Dios manda". Este debería ser un ejemplo de lo que no debe ser un marido.
Desde el punto de vista de las relaciones laborales, como decía antes podría pensarse que le cambia la hora de salida a su secretaria sin dudarlo... o sea que no solo prolonga su jornada laboral sino seguramente la de sus empleados, dando al traste con todos los avances en el tema de la conciliación de la vida laboral y familiar. Este debería ser un ejemplo de lo que no debe ser un jefe.
Pero quizá lo que más me toca las narices de este asunto (quizá sin ser lo principal) es lo que me toca a mí personalmente (ya sé que suena un poco egoísta... típico de los humanos). Este gran hombre protagonista del anuncio (seguramente Jefe de ventas en un concesionario de automóviles) que como hemos visto es el ejemplo de lo que no debería ser un padre, un marido o un Jefe; aparece como el profesional perfecto que lo da todo por la empresa sacrificando hasta sus propios hijos. ¡Menudo montón de basura!
Llevamos años luchando contra este estereotipo masculino, desde que empezaron a desaparecer aquellos anuncios de los años 70 en los que el hombre volvía tarde a casa del trabajo, cual caballero andante que venía de la guerra y su mujercita (feliz porque le había comprado una lavadora nueva) recibe a su guerrero con una copa de brandy en la mano...
Y ahora gracias a la necesaria competitividad y productividad de la economía, triunfan los que no tienen inconveniente en prolongar una comida de empresa tres horas, para luego salir del trabajo más tarde y llegar a su casa cuando no haya nada más que hacer que cenar y acostarse. Estos superhombres que en realidad deberían ser ejemplo de poca eficacia en el trabajo (por necesitar más horas de presencia en su puesto de las que son razonables) se muestran nuevamente como los profesionales abnegados que cualquier empresa desearía. Menudo ejemplo para las nuevas generaciones; el ideal para los que son Radical-Liberales en lo económico y Ultra-Conservadores en todo lo demás.
¿No podría alguien desde el Ministerio de Igualdad, o el de Empleo, o desde el de defensa si es necesario; poner en evidencia esta campaña y que la tengan que retirar?
Un saludo
Rober

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por supuesto que algo habrá que hacer para que esos anuncios no proliferen. Ya tenemos bastante come-coco, con el futbol.