Estimados amig@s,
Algunos probablemente ya conoceréis esta campaña de Amnistía Internacional y a otros ni siquiera os guste esta organización. El Domingo por la tarde ocurrió eso que pasa cuando tienes la suerte de tener amigos y compartes tiempo con ellos. Tras tomarnos un café pasamos un buen rato charlando y como siempre pasa en la aventura de las relaciones humanas, cada momento se sabe como y cuando empieza pero no como y cuando termina y como se queda grabado en tu memoria.
Memoria, que palabra tan solemne, entrañable, importante y demasiado a menudo mal interpretada. Resulta que con nosotros estaba la madre de nuestra amiga que tiene unos envidiables 82 años y que hablando de una cosa y de otra terminó contándonos la historia de su padre asesinado en 1939 tras un largo periodo escondido por familiares y amigos, separado forzosamente de su mujer y sus cuatro hijas, a las que veía de lejos con unos prismáticos cuando su mujer las sacaba a jugar a la hora convenida; fue ajusticiado junto con otros 44 hombres, tras ser declarado culpable de todo lo ocurrido durante los primeros meses de la guerra, en uno de los muchísimos simulacros de juicios en los que se aceptaba como prueba de cargo, la declaración del cacique de turno con independencia las intenciones de este.
El acusador responsable de su ajusticiamiento, que fuera antaño gran amigo de la familia, intentó quedarse con todo lo que el abuelo de nuestra amiga tenía pero no lo logró. Previsor incluso puso su casa a nombre de un amigo (¡y vaya amigo!) que posteriormente se la devolvió a la viuda y sus cuatro hijas. No se libraron del saqueo y el desprecio de los vencedores, máxime cuando el acusador asesino fue siempre un hombre influyente en la Administración local. Pero al conservar propiedades y amistades de peso, pudo la abuela de mi amiga sacar adelante su negocio y dar estudios a sus cuatro hijas.
"En paradero oculto" para sus hijas desde que pasó a la clandestinidad, fue a parar a una fosa común que gracias a la familia influyente de unos de los 45 asesinados, fue reconocida y convertida en monumento local. Le ofrecieron a la viuda si quería llevarse los restos de la fosa al cementerio de su pueblo, pero los dejó en la fosa junto con los que corrieron su misma suerte.
Me decía la madre de mi amiga, que todavía va todos los años al pequeño monumento a poner flores con alguna de sus hermanas y que nunca olvidará los años de niña en los que tenía que soportar los insultos y abusos de los verdugos de su padre. Su madre nunca volvió a pisar la calle de día, y las cuatro hermanas si se cruzaban con los verdugos tenían permiso de su madre para llamarles asesinos, y en más de una ocasión lo hicieron. Sin embargo ella no quiso transmitir el rencor a sus tres hijos y disimuló como pudo cuando veía como se relacionaban normalmente los nietos de los verdugos con los del ajusticiado.
Al menos tiene un sitio dónde ir a presentar sus respetos a su padre, lo cual es un consuelo aunque sea un poco margo. Además la historia tiene un lado positivo porque los verdugos no se salieron del todo con la suya. La tenacidad de la viuda con el apoyo de sus hijas, familiares y amigos, consiguió mantener la memoria de su marido resistiendo con éxito la opresión con esfuerzo, valentía y honor. No voy a contar más detalles porque no me corresponde, pero ¿cómo no iba a firmar yo hoy esta campaña después de semejante historia?
Le he dicho amiga que tiene que escribir o grabar la historia de sus abuelos y su madre porque "su historia es nuestra historia" y los pueblos que no ejercitan la memoria para saber su historia, o que aún peor que la ocultan o la falsean, están condenados a repetir los mismos errores en el futuro.
Desgraciadamente decenas de miles de familias que o no saben lo que pasó con sus seres queridos o que no saben dónde acabaron sus restos... ¿quién puede ser tan mezquino y malo para impedir que recuperen las familias a sus muertos y restablezcan su memoria?
Saludos y tod@s a firmar.
AMNISTIA INTERNACIONAL PIDE A LOS SENADORES QUE CUMPLAN YA CON LA PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS DE DESAPARICIÓN FORZADA DURANTE LA GUERRA CIVIL Y EL REGIMEN DE FRANCO.
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