La mención expresa a que hay que acabar con los Paraísos Fiscales (describiendo todo lo malo que esconden) y que hay que poner un Impuesto a las Transacciones Financieras (indicando que debe ser solidario con los países más pobres) me bastaría para estar con Alfredo Rubalcaba hasta el final, como estuve con Tomás (cuyo discurso Alfredo incorpora e incluso acentúa) y antes con Zapatero. Pero después de todos los años de trabajo ejemplar que Alfredo Rubalcaba nos ha mostrado, obviamente tengo muchas más razones para apoyar su proyecto. Ahora bien las propuestas que ha mostrado en su discurso inicial, son para mi un mínimo irrenunciable que no me quita de la cabeza los siguientes pasos que me gustaría que se dieran:
- está bien lo que ha dicho sobre el Impuesto del Patrimonio; pero no quiero que nos olvidemos de los impuestos de Sucesiones y Donaciones
- está bien lo que ha dicho sobre la intervención en los bancos y cajas; pero no quiero que se debe a un lado la posibilidad de crear una banca pública para que el dinero dispuesto por el ICO llegue directamente a las empresas dada la ineficiente intermediación que la Banca privada efectúa.
- está bien lo que ha dicho sobre que los Bancos dediquen parte de sus beneficios a crear empleo, para que los que no han sufrido la crisis ayuden a los que han cargado con la pero parte; pero no quiero que esto se resuelva con unos cuantos fuegos artificiales de cara a la galería.
- por supuesto lo que ha dicho sobre Paraísos Fiscales, Impuesto a las Transacciones Financieras, Agencias de Raiting y Bonos Europeos me parece fantástico; pero quiero que resuene antes de la próxima reunión del G-20 por toda Europa y que Zapatero, en la última reunión del G-20 a la que asistirá, sea el que lleve la voz cantante en este asunto de forma contundente e incluso temeraria, para poner en un verdadero aprieto a los que pretenden mirar para otro lado.
Rober Gonpane
Os pongo los minutos del discurso en los que habla de los Paraísos Fiscales, Impuesto a las Transacciones Financieras y Agencias de Raiting y Bonos Europeos
(...) Empecé reafirmando mis valores democráticos, los vuestros, los compartidos… y no lo hice por casualidad. Lo hice porque estamos en un momento en el que hay gente que razonablemente duda de que los votos sean más importantes que los mercados. Hay quien está poniendo en tela de juicio ese pensamiento básico en nuestra democracia. Hay quien piensa que la política perdió la batalla. Hay quien piensa que los mercados campan y camparán ya siempre por sus respetos y nosotros tenemos que empezar este discurso por ahí. Porque si los mercados camparon por sus respetos es porque alguien desde la política decidió que camparan. Y lo que se decide desde la política, se corrige desde la política. Por tanto tenemos que empezar por afirmar que muchos de los problemas que están sucediendo en España y en el mundo son problemas políticos. Y que es la política la que tiene que resolverlos, siempre la política. La política es la que se tiene que encargar de romper ese axioma, casi irreductible, según el cual los beneficios siempre van para unos pocos y las pérdidas van para la mayoría. Es la política la que tiene que romper ese principio. Es verdad que es complicado en un mundo como el que estamos, con los problemas con los que estamos, abordar estos problemas políticos desde un solo país. Es complicadísimo. Hay que hacerlo con muchos. Coordinando, trabajando, haciendo política... siempre política, con muchos.
15:23 a 17:12
Os pondré un ejemplo. Un ejemplo que he constatado especialmente durante los cinco años que he pasado en el Ministerio del Interior. Os voy a hablar de los paraísos fiscales. Ya sé que son horribles. Sé que todos sabéis lo que yo sabía cuando llegué a Interior: en los paraísos fiscales hay unos sitios que tienen 'los dineros' para no pagar a Hacienda. Pero hay mucho más, está el dinero del narcotráfico, está el dinero de la corrupción, está el dinero de la trata de personas. Es intolerable, es indecente, es absolutamente inmoral que el mundo viva con los paraísos fiscales. Absolutamente inmoral. Yo creo que se van a acabar. No creo que el mundo pueda subsistir mucho más con tanta indignidad. Creo que se van a acabar.
Pero para acabar con ellos no podemos hacerlo desde un solo país. No lo podemos hacer desde España, por mucho que queramos. Tenemos que sumar. Tenemos que hacer política. Tenemos que sumar. ¿Y sabéis dónde tenemos la suma más fuerte? En Europa. No puedo concebir que haya gente que esté tratando de enfrentarse a los problemas del mundo y diga que Europa no vale. Que quiere 'menos Europa'. Si es lo contrario, Europa nos da fuerza. Europa nos permite presentarnos en el mundo con fortaleza, con nuestros principios.
Hablamos de que tiene que haber una tasa de transacciones financieras. Claro que la tiene que haber, solidaria con los países más pobres. La llevamos pidiendo mucho tiempo. Pero, ¿sabéis qué os digo? Que para que Europa la reclame en el mundo, la tiene que poner primero en Europa. Pongámosla en Europa y, desde la fuerza europea, pidámosla en el mundo.
Como os digo, dejemos de quejarnos de las agencia de rating norteamericanas y hagamos unas europeas. Hagamos unos bonos europeos. Hagámoslos para defendernos, para defender a los países que están siendo atacados uno y otro día por los especuladores en su deuda soberana. Tenemos también que construir más Europa.
En resumen, trato de plantear mi discurso sobre tres ejes. Los problemas son muy grandes, son globales, pero nunca los podemos abordar con menos democracia, sino con más democracia. Nunca los podremos abordar con menos política, sino con más política. Nunca con menos Europa sino con más Europa. Eso es lo que trato de deciros desde el primer momento: más democracia, más política, más Europa.
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