martes, 12 de junio de 2012

Realidad simple y realidad percibida

En la vida diaria acabo viendo engaños o verdades a medias, donde quizá no los haya; pero es tan retorcida la visión de la realidad que nos muestran que quizá sí que existan estos fantasmas.

¿No os ha pasado nunca al ver una fotografía que no parece real, que notáis como si con algún extraño propósito, se hubiera retocado algo de forma que perdiera naturalidad, a pesar de ser una foto sin importancia que a nadie le interesaría para nada falsear?

En un cuadro la subjetividad del artista, cuando no su deliverada intención, distorsiona la imagen; pero las fotos son fiel reflejo de lo que en su día recogió la cámara, por lo que a parte de lo que la iluminación y ángulo puedan condicionar, deben ser los duendes de la informática y las impresoras los culpables de tan molestas distorsiones ... bueno "molestas" a los ojos de gente rara como yo que en casi todo lo observo encuentro algo más que lo que es evidente.

Y si pasa con las imágenes, no digamos ya con las interpretaciones de un texto; ahí ya las diferentes interpretaciones están garantizadas. Menos mal que generalmente me lo tomo a broma, pues aunque la mayoría lo explicaría con el clásico "nada es verdad ni es mentira..." creo que yo estoy ya muy mayor como para conformarme con semejante simplificación.

La verdad sobre algo es simplemente la verdad, no necesariamente aquello que tomamos como cierto y probado sino aquello que es fiel reflejo de la "realidad simple de los hechos" sin tener en cuenta ni los precedentes, ni el contexto, ni las consecuencias. Tanto los precedentes y el contexto, (que frecuentemente son más prejuicios subjetivos que condicionantes reales) como las posibles consecuencias de la "realidad simple", distorsionan la "realidad percibida" cuando lo único que deberían hacer es ayudarnos a comprenderla y aceptaela.


No quería llegar a nada ni era la introducción de algo; simplemente creo que comprender o intuir la relación entre realidad simple y la variable realidad percibida, es un arte o un don que simplifica mucho las cosas y aumenta exponencialmente las posibilidades de éxito en toda actividad en la que participen dos o más personas. En Política dominar este arte o este don debería ser obligatorio.

Saludos
Rober Gonpane

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