Me ha gustado el artículo porque en pleno desarrollo de una nueva crisis por la nacionalización de algunas empresas españolas en Bolivia, ha servido para aclararme una cifra sobre la que siempre dudaba pero que a menudo uso como ejemplo de cómo pueden cambiar las cosas fiscalmente y de que en realidad no pasa lo que los agoreros dicen siempre que pasaría si se asusta al Capital con una fiscalidad más justa.
Cuando el Gobierno de Evo Morales poco después de llegar al poder casi nacionalizó Repsol, el acuerdo al que llegaron, y sobre el que pronto se dejó de hablar en la prensa, fue básicamente que la multinacional española pasaba de dejar un 16% de lo que ganaba en el país a tener que dejar más del 80% (al menos esas eran las cifras que yo recordaba y que me parecen excesivas a pesar de que este artículo incluso las hace deja cortas). Sin duda cuando nos explicaron esto en España la mayoría de la gente asumió que era tanto como decir que a Repsol la habían expulsado de Bolivia; sin embargo no fue así. De hecho, durante la reciente crisis con Argentina a causa de la nacionalización de YPF, creo recordar que salía Evo Morales con el responsable de Repsol firmando un acuerdo, en Bolivia, con plena normalidad, y como si fueran tan amigos.
¿Qué pesaríais de vuestro jefe si tras pedirle un aumento de sueldo, porque os han ofrecido mejores condiciones en otra empresa, os respondiera multiplicando por cinco vuestra retribución? Inicialmente os podríais muy contentos, pero al poco tiempo seguro que os asaltaba la siguiente pregunta: si ahora con mi nuevo sueldo el jefe sigue contento y ganando dinero ¿cómo me ha tenido tantos años cobrando una miseria? ¿Cómo he podido ser tan tonto de conformarme con tan poco? ¿Cómo tuvo la cara dura de decirme durante tanto tiempo que le era imposible pagarme más?
Sin duda después de semejante cambio de rumbo empezaríais a desconfiar y eso es lo que le pasa a los pueblos de países como Ecuador, Brasil, Venezuela, Paraguay o Bolivia; se han dado cuenta de que se les ha tomado el pelo durante demasiado tiempo y que la broma la han pagado con sangre y miseria. Además, ellos, a diferencia de nosotros, son ricos en materias primas, agua (8% de la población mundial y 28% del agua dulce del planeta, dato muy significativo que describe el cuadro adjunto) y espacio vital suficiente; por lo que tienen unas expectativas de crecimiento que les permite aprovecharse de los flujos de capital que el mercado libre, global y sin regulación les brinda, ya sea desde occidente, desde oriente o desde Marte si fuera preciso.
Saludos
Rober Gonpane
Lo que se consigue con #impuestosjustos - Inspiraction
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