martes, 30 de octubre de 2012

La Revolución Bolivariana del siglo XXI

El otro día una amigo me hablaba de las excelencias de Colombia, país ejemplo de buena gestión que había acabado con el narco-tráfico y la violencia consiguiendo un desarrollo económico sólido... no pongo en duda los logros de este estimado país y me alegraría mucho de que así fuera. Pero le comenté que todas las noticias que vinieran de Colombia, por ser mal vecino de Venezuela, puede que venga demasiado edulcorada como otra forma más de desprestigiar al rebelde gobierno de Hugo Chávez.
Le relaté de memoria cosas que había leído y visto sobre la desinformación respecto de la verdadera situación en Venezuela y el resto de países de suramérica que no habían aceptado los acuerdos comerciales con EEUU y habían optado por un camino más independiente y apartado de las decisiones de Washington.  Ayer antes de conocer los resultado de la rotunda nueva victoria de Hugo Chávez, encontré este interesante artículo que puede aclararos muchas cosas. ¿Por qué Chávez? que copio al final.
Y para fiarme de los datos que ofrece el artículo, he comprobado el índice de desarrollo humano IDH y el coeficiente de Gini que mide la desigualdad en la base de datos de naciones Unidas y efectivamente, quizá se merezca Colombia todos los elogios, pero desde luego eso no cuadra con la campaña brutal de desprestigio del gobierno Venezolano.
Inequality-adjusted Human Development Index 
Y después de unos días de espera en borradores, me encuentro este otro interesante artículo sobre el coeficiente de Gini y porqué nos preocupamos tanto de la prima de riesgo en España y nadie habla del primo Gini. http://blogs.lavanguardia.com/diario-itinerante/?p=1290
Y recuerdo aquel vídeo sobre la manipulación de los medios de información Tres y un perro, que finalizaba precisamente con el caso del golpe de estado que dieron al gobierno de Chavez: la intervención de nuestro ex-Ministro de Exteriores Moratinos (hacia el minuto 53) en una comisión del Congreso hablando de este tema es impresionante.
Y luego recibo este artículo de Vicenç Navarro también sobre Venezuela, Chavez y la desinformación: http://www.vnavarro.org/?p=7948
Y ya lo dejo que sino no acabaría nunca, aunque me voy con el mal sabor en la boca de que sospecho que la veracidad de los datos y cómo demostramos su veracidad a una ciudadanía que rápido se aburre de explicaciones largas y espesas; es sin duda una asignatura pendiente en la izquierda. Tenemos que construir un "agencia de datos independiente" que alcance más popularidad que las agencias de raiting americanas, para poder sacar índices que aterroricen a los mercados financieros poniendo en evidencia de forma incontestable y fácilmente contrastable, su total falta de preocupación por el bienestar de la humanidad. 
Saludos
Rober Gonpane

¿Por qué Chávez?
Ignacio Ramonet
Presidente de la asociación Mémoire des luttes (Memoria de las luchas), presidente honorífico de Attac
Jean-Luc Mélenchon
Copresidente del Partido de izquierda, diputado europeo
Hugo Chávez es sin duda el jefe de Estado más difamado en el mundo. Al acercarse la elección presidencial del 7 de Octubre, esas difamaciones se tornan cada vez más infames. Tanto en Caracas como en Francia y en otros países. Atestiguan la desesperación de los adversarios de la revolución bolivariana ante la perspectiva (que las encuestas parecen confirmar) de una nueva victoria electoral de Chávez.
Un dirigente político debe ser valorado por sus actos, no por los rumores vehiculados en su contra. Los candidatos hacen promesas para ser elegidos: pocos son los que, una vez electos, las cumplen. Desde el principio, la promesa electoral de Chávez fue muy clara: trabajar en beneficio de los pobres, o sea -en aquel entonces-, la mayoría de los venezolanos. Y cumplió su palabra.
Por eso, este es el momento de recordar lo que está verdaderamente en juego en esta elección, ahora cuando el pueblo venezolano se alista para votar. Venezuela es un país muy rico, por los fabulosos tesoros de su subsuelo, en particular sus hidrocarburos. Pero casi todas esas riquezas estaban acaparadas por las élites políticas y las empresas transnacionales. Hasta 1999, el pueblo sólo recibía migajas. Los gobiernos que se alternaban, democrata-cristianos o social-demócratas, corruptos y sometidos a los mercados, privatizaban indiscriminadamente. Más de la mitad de los venezolanos vivía por debajo del umbral de pobreza (un 70,8% en 1996).
Chávez hizo que la voluntad política prevaliera. Domesticó los mercados, detuvo la ofensiva neoliberal y posteriormente, mediante la implicación popular, hizo que el Estado se reapropiara los sectores estratégicos de la economía. Recuperó la soberanía nacional. Y con ella, ha procedido a la redistribución de la riqueza, en favor de los servicios públicos y de los olvidados.
Políticas sociales, inversión pública, nacionalizaciones, reforma agraria, casi pleno empleo, salario mínimo, imperativos ecológicos, acceso a la vivienda, derecho a la salud, a la educación, a la jubilación… Chávez también se dedicó a la construcción de un Estado moderno. Ha puesto en marcha una ambiciosa política del ordenamiento del territorio : carreteras, ferrocarriles, puertos, represas, gasoductos, oleoductos.
En materia de política exterior, apostó por la integración latinoamericana y privilegió los ejes Sur-Sur, al mismo tiempo que imponía a los Estados Unidos una relación basada en el respecto mutuo… El impulso de Venezuela ha desencadenado una verdadera ola de revoluciones progresistas en América Latina, convirtiendo este continente en un ejemplar islote de resistencia de izquierdas alzado en contra de los estragos del neoliberalismo.
Tal huracán de cambios ha volteado las estructuras tradicionales del poder y acarreado la refundación de una sociedad que hasta entonces había sido jerárquica, vertical, elitista. Esto sólo podía desencadenar el odio de las clases dominantes, convencidas de ser los legítimos dueños del país. Son estas clases burguesas las que, con sus amigos protectores de Washington, vienen financiando las grandes campañas de difamación contra Chávez. Hasta llegaron a organizar –en alianza con los grandes medios que les pertenecen– un golpe de Estado el 11 de Abril del 2002.
Estas campañas continúan hoy en día y ciertos sectores políticos y mediáticos europeos se encargan de corearlas. Asumiendo -lamentablemente- la repetición como si fuera una demostración, los espíritus simples acaban creyendo que Hugo Chavez estaría encarnando «un régimen dictatorial en el que no hay libertad de expresión».
Pero los hechos son tozudos. ¿Alguién ha visto un «régimen dictatorial» ensanchar los límites de la democracia en vez de restringirlos? ¿Y otorgar el derecho de voto a millones de personas hasta entonces excluidas? Las elecciones en Venezuela sólo ocurrían cada cuatro años, Chávez organiza más de una por año (14 en 13 años), en condiciones de legalidad democrática, reconocidas por la ONU, la Unión Europea, la OEA, el Centro Carter, etc.
Chávez demuestra que se puede construir el socialismo en libertad y democracia. Y convierte incluso ese carácter democrático en una condición  para el proceso de transformación social. Chávez ha probado su respeto al veredicto del pueblo, renunciando a una reforma constitucional rechazada por los electores vía referendum en 2007. No es casual que la Foundation for Democratic Advancement(FDA), de Canadá, en un estudio publicado en 2011, situara entonces Venezuela en el primer lugar de los países que respetan la justicia electoral[i].
El gobierno de Hugo Chávez dedica el 43,2% del presupuesto a las políticas sociales. Resultado: la tasa de mortalidad infantil ha sido dividida por dos. El analfabetismo, erradicado. El número de docentes, multiplicado por cinco (de 65 000 a 350 000). El país presenta el mejor coeficiente de Gini (que mide la desigualdad) de América latina. En su informe de Enero de 2012, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC, un organismo de la ONU) establece que Venezuela es el país suramericano que –junto con el Ecuador-, entre 1996 y 2010, ha logrado la mayor reducción de la tasa de pobreza. Finalmente el instituto norteamericano de sondeos Gallup ubica al país de Hugo Chavez como la sexta nación «más feliz del mundo»[ii].
Lo más escandaloso, en la actual campaña de difamación, es pretender que la libertad de expresión esté constreñida en Venezuela. La verdad es que el sector privado, hostil a Chávez, controla allí ampliamente los medios de comunicación. Cada cual puede comprobarlo. De 111 canales de televisión, 61 son privados, 37 comunitarios y 13 públicos. Con la particularidad de que la parte de la audiencia de los canales públicos no pasa del 5,4%, mientras que la de los privados supera el 61%[iii]… Mismo escenario para los medios radiales. Y el 80% de la prensa escrita está en manos de la oposición, siendo los dos diarios más influyentes -El UniversalEl Nacional–, adversos al gobierno.
Nada es perfecto, por supuesto, en la Venezuela bolivariana -¿Dónde existe un régimen perfecto?-. Pero nada justifica esas campañas de mentiras y de odio. La nueva Venezuela es la punta de lanza de la ola democrática que, en América Latina, ha barrido con los regímenes oligárquicos de nueve países, apenas caído el muro de Berlin, cuando algunos vaticinaban «el fin de la historia» y «el choque de las civilizaciones» como horizontes únicos para la humanidad. La Venezuela bolivariana es una fuente de inspiración de la que nos nutrimos, sin ceguera, sin inocencia. Con el orgullo, sin embargo, de estar del buen lado de la barricada y de reservar los golpes para el malévolo imperio de los Estados Unidos, sus tan estrechamente protegidas vitrinas del Oriente Próximo y donde quiera reinen el dinero y los privilegios. ¿Por qué Chávez despierta tanto resentimiento en sus adversarios? Indudablemente porque, tal como lo hizo Bolívar, ha sabido emancipar a su pueblo de la resignación. Y abrirle el apetito por lo imposible.
[i] Venezuela obtiene 85 puntos; Estados Unidos, 30; Canada 26 … http://venezuelanalysis.com/news/6336
[ii]Estudio publicado el 29 de abril de 2011. http://www.gallup.com/poll/147167/High-Wellbeing-Eludes-Masses-Countries-Worldwide.aspx#2
[iii] Mark Weisbrot et Tara Ruttenberg, «Television in Venezuela : Who Dominates the Media ?» (pdf), Center for Economic and Policy Research, Washington, D.C., décembre 2010.

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