Pero seamos optimistas (entre otras cosas porque como sabéis "no tenemos tiempo de ser pesimistas"). Admitimos que esta década no ha terminado muy bien; pero recordad como terminó la pasada... George W. Bush se impuso por 537 votos a Al Gore en las elecciones presidenciales de EEUU y todo el planeta lo pagó bien caro durante toda la década. Un año después tras el 11S ya había comenzado la Guerra de Afganistan que todavía sigue y la burbuja tecnológica al estallar dejó en España a millones de españoles "enTerrados" (1) mientras que la economía mundial cerraba en falso el fracaso del boom de las ".com" inflando hasta el límite la burbuja hipotecaria, cuyo pinchazo provocó ocho años después la crisis que ha marcado el final de la primera década del siglo XXI y que condicionará como poco también la segunda década.
El fin del segundo milenio, pasado ya el efecto 2000 que había amenazado con paralizar los sistemas informáticos de medio mundo devolviéndolos al año 1900; me trajo en lo personal el fin de la larga enfermedad de mi hermana y el traslado en el trabajo a las nuevas oficinas con mejor horario y condiciones laborales. En aquellos años todavía me sonaban muy lejos todavía los asuntos de EEUU aunque ya prefería a los Demócratas sabiendo que la alternativa eran los Republicanos Neoliberales herederos de Ronald Reagan. Todavía recuerdo en 1980 como los más extremistas de mi clase (y entonces no solo eran de Alianza Popular, el original PP, sino que eran directamente Franquistas y Fascistas sin complejos y sin mucho criterio sobre todo por lo jóvenes que eramos) dibujaron en la pizarra los resultados de la elección diciendo "hemos ganado en X estados con el Y % del voto popular". Eran los mismos que el 23F de 1981 hacían chistes sobre lo macho que era Tejero y se reían de como todos los "politicuchos" se habían tirado al suelo muertos de miedo al oír los disparos.
La primera vez que escribí un e-mail y lo envié a mis contactos (bajo un nombre figurado) fue el 12 de Septiembre del 2001 y lógicamente trataba del atentado de Nueva York y mis temores a que eso fuera el comienzo de un guerra incluso con armas nucleares. Todavía no se sabía cuantos miles de personas habían muerto, pero en unos edificios que albergaban a decenas de miles de personas, cabía la posibilidad de que fuera una cifra inasumible.
Finalmente se perdieron alrededor de 3000 vidas, cifra similar a la del ataque japonés a Pearl Harbour el 7 de diciembre de 1941, que marcó la entrada de EEUU en la II Guerra Mundial. Por primera vez sentí que algo debíamos hacer los ciudadanos de a pié para evitar la catástrofe, pero la verdad que algunas reacciones que leí entonces, algunas incluso en respuesta a mi e-mail, me desilusionaron demasiado. No observé en aquellos meses en España, una preocupación a la altura de los acontecimientos. Me vi envuelto en un montón de conversaciones estériles cargadas de odio e indiferencia y mezcladas con anti-americanismo de todos los signos: nacionalista, anti-imperialista, pro-palestino, anti-capitalista...
En aquellos años no me opuse a la Guerra de Afganistan pues con los talibanes confesando que Bin Laden estaba allí, me parecía de cajón que EEUU tenía que dar una respuesta militar sí o sí, pues otra cosa no la habría entendido su población. Lo "malo" es que la geografía hacía necesaria la colaboración de los países limítrofes y había riesgo de que estos no colaboraran y que "el Imperio" se enfadara y decidiera alcanzar los objetivos desde lejos y sin preocuparse mucho de la precisión. Pero claro si disparas desde lejos y asumes poca precisión tienes que aumentar la capacidad destructora del arma: ¿qué riesgo habría tenido arrasar las montañas de Tora Bora (dónde supuestamente más cerca estuvieron de capturar a Bin Laden) con armas nucleares? Para EEUU yo creo que casi ninguno, pues Pakistán hubiera sido el principal problema pero con India al este y China al Norte tiene demasiado que perder.
Pero "afortunadamente" les dejaron hacer una guerra convencional, que es mucho más rentable para la industria militar y no alarma tanto a la opinión pública. Se acabó pronto con el gobierno Taliban y momentáneamente vendieron al mundo que se habían acabado los burkas y las plantaciones de opio. Diez años después sabemos que salvo en algún distrito de Kabul en las inmediaciones de las instalaciones de las fuerzas internacionales, las mujeres siguen igual de oprimidas, el uso del burka es generalizado y la superficie cultivada de opio ha pasado de 82000 hectáreas en el año 2000 a las actuales 123.000 hectáreas. Por otro lado los ataques terroristas a nivel mundial han pasado de 423 en el año 2000 a 10.999 en 2009 (4.584 de ellos en Afganistan e Irak). No hacen falta muchos comentarios al respecto; la estúpida guerra contra el terrorismo no ha servido en absoluto para mejorar la seguridad en el mundo ni para evitar nuevos ataques terroristas.
Desgraciadamente los cambios que empezaron a materializarse con el 11S en Nueva York siguieron su rumbo. Claro que aquí en España bastante teníamos con el pinchazo tecnológico y evitar una recesión, así que nos pusimos como locos a construir casas para que la nueva burbuja inmobiliaria (que no era nueva pues entonces ya era escadaloso el precio de la vivienda) tirara de la economía. Si la guerra de Afganistán la entendí en un principió, la de Irak me soliviantó desde sus primeros anuncios y afortunadamente fue muy mayoritaria en España esta postura. Fueron los meses de las manifestaciones contra la guerra, con las que empecé a creer que la ciudadanía podía volver a influir en el rumbo que tomaran los acontecimientos.
Todos sabemos que de nada sirvió la mayoritaria contestación popular contra la guerra de Irak, pues el gobierno de Aznar hizo lo que quiso y encima nos metieron en la guerra en primera linea; al menos en la foto ya que nuestras tropas no estaban en condiciones de asumir el protagonismo de nuestros representantes políticos que amenazaban a Sadam Husein como si todavía contaran con la Armada Invencible y los Tercios de Flandes. Y esta guerra ilegal, absurda, interesada e injusta, tuvo su dramática consecuencia en los trenes de cercanías de Madrid en menos de un año desde el comienzo de la guerra de Irak. El 11 de marzo de 2004 los españoles vieron con claridad que lo que había pasado en el World Trade Center tenía dimensiones planetarias y no nos era ajeno.
El 11 S de 2001 derrumbaron el principal centro financiero del mundo, pero aquello solo eran edificios y como se vio el 15 S de 2008 con el crack de Leeman Brothers, para acabar con el comercio mundial no hacen falta aviones bomba, basta con evidenciar el atracón de basura financiera que tienen los bancos en sus activos, fruto de la especulación global descontrolada que ha sido la mayor responsable de que a lo largo de la década, el número de mil millonarios casi se haya cuadruplicado. Y al mismo tiempo, con esta década se han consumido dos tercios de los 15 años que se fijaron como necesarios para conseguir los famosos "objetivos del milenio" y el número de personas que pasan hambre no solo no ha disminuido sino que ha crecido de 857 a 925 millones.
Y para poner unas cuantas más cifras a la década que termina, ahí van más datos:
- La superficie helada de la Antártida ha decrecido de 7 a 4.9 millones de kilómetros cuadrados.
- Indonesia se ha convertido gracias principalmente a la deforestación y a la destrucción de sus extensas tierras de turba ricas en carbón, en el tercer emisor de CO2 del mundo, pasando de 267 en el año 2000 a 434 millones de toneladas métricas en 2008.
- El número de teléfonos móviles en India ha pasado de 2 millones en el año 2000 a 545 millones en 2010.
- Los usuarios de internet en China son ahora 420 millones frente a los solo 22 millones de hace diez años.
- El número de mujeres que mueren en el parto por cada 100.000 nacidos vivos, ha decrecido en Etiopía de 750 en el año 2000 a 470 en 2010, reflejo de un descenso generalizado de este índice a nivel planetario.
- Brasil a incrementado su renta per cápita de 3.700 a 8.536 dólares.
- El dinero que se evade ilegalmente de Africa, ha pasado de 13.100 a 77.800 millones de dolares en 2010.
- El endeudamiento medio de los estudiantes tras cursar una carrera universitaria de cuatro años en EEUU ha crecido de 16.928 a 24.000 dolares.
- La población reclusa en EEUU ha alcanzado 1.612.071 personas frente a los 1.391.261 personas de hace diez años.
- En el año 2000 ningún país reconocía el derecho de los Gays y Lesbianas a contraer matrimonio, ahora hay ya 10 países incluida España.
- Napster se popularizó en el año 2000 como pionero de la ahora habitual tecnología de compartir archivos por internet entre usuarios.
- Google comenzó la década con solo dos años de experiencia y nadie pensaba que solo por tener un buen buscador se iba a convertir en diez años en la plataforma más completa de servicios de internet.
- Facebook comenzó a funcionar en febrero de 2004 y ahora en 2010 tienen más de 500 millones de usuarios; a este ritmo en 2012 tendrá más de 1000 millones de personas conectadas, 1 de cada 7 habitantes del planeta.
Pues con todos estos ingredientes buenos y malos (y otros muchos más que faltan y que pueden ser aún más relevantes) tenemos que cocinar el cocido de la nueva década; así que ya nos podemos poner la pilas... y el gorro de cocina.
¡Feliz Año Nuevo a tod@s!
robergonpane
(1) Terra fue fundada, tras la compra del buscador español "Olé", en 1999 por Juan Villalonga, presidente de Telefónica (y compañero de pupitre de José María Aznar) entre los años 1996 a 2000, siendo rápidamente un actor principal dentro del mercado de servicios en Internet debido a la compra de varias empresas latinoamericanas. El 17 de noviembre de 1999 Terra sale a bolsa en una Oferta Pública de Valores (OPV) tanto en Estados Unidos como en España a un precio inicial de salida de 11,81 euros. Los títulos de Terra se estrenaron en bolsa con una espectacular subida del 213,3 por ciento, llegando la cotización de la filial de Telefónica hasta un máximo de 157,65 euros registrado el 14 de febrero de 2000 (cuando ciertos analistas pronosticaban que en unos meses podría superar los 300 euros por acción). Terra se colocó entre las diez primeras empresas españolas de mayor capitalización bursátil en tan solo unos meses. Después estallo la burbuja de Internet y el precio bajo desde los 157,65 euros hasta 2,75 euros en octubre de 2004.
Finalmente Telefónica absorbió de nuevo Terra y creo recordar que Juan de Villalonga a parte de su sueldo se llevó 4000 millones de las antiguas pesetas gracias a gratificaciones con opciones de compra de acciones... la verdad es que no recuerdo bien las cifras ni me apetece buscarlas, pero después de lo visto con la Gurtell me creo eso y mucho más y no tengo duda que entonces la noticia me llenó de indignación por que fue algo legal y comparativamente poco criticado.